Ana Pontón, a su llegada al Centro Carvalho Calero (foto: BNG)
RAÚL SALGADO | Ferrol | Sábado 13 mayo 2023 | 14:50
Inicialmente anunciado en plena plaza de O Inferniño, la tibia llovizna previa al comienzo del mitin parecía confirmar que el traslado al interior del Centro Carvalho Calero fue una decisión adecuada. Ocupadas casi todas sus butacas, en torno a las 300, para un primer acto central del BNG en la carrera a la cita electoral municipal del día 28.
Ana Pontón ha respaldado la apuesta de Iván Rivas, que repite al frente de la lista nacionalista y que vuelve a esgrimir un plan de ciudad que llama la atención sobre el peso del Estado en la urbe. Diego, de apenas 18 años e implicado en la militancia nacionalista desde meses antes de su mayoría de edad, abrió el mitin con un discurso espontáneo y crítico con gobiernos locales anteriores.
Fue a lo cotidiano, censuró que una pista en Canido estuviese en malas condiciones en los últimos años para la práctica deportiva. Pilar Lozano, integrante de la candidatura ferrolana, tuvo palabras para el exalcalde Xaime Bello o el veterano Francisco Rodríguez, presentes entre el público. Afloró la mención emocionada al dirigente vecinal José Oreona, cuyo fallecimiento trascendió este viernes.
Discriminación a Ferrol
La edil Mar López fue la primera en citarlo y tras su intervención llegó la de la máxima dirigente del frente nacionalista, que aludió al «Ferrol Mola» para su discurso en positivo. Trufado, eso sí, de referencias a lo negativo ya conocido en la urbe. Los partidos de alcance estatal, dijo, insisten en la «discriminación» con una estrategia de «dúas caras».
Una cosa es, según Pontón, lo que proponen «na oposición e a contraria no Goberno». Apuesta por «transformar en positivo» con un «proxecto serio, solvente e con man tendida» ante quienes anunciaron tantas «veces impulsar el naval», la mejora de la conexión por tren o la regeneración de la ría «na oposición e chegan ao Goberno e a mesma discriminación de sempre».
Son, a su juicio, «promesas que xa teñen cansa á cidadanía» por tanta «incompetencia política». «O cambio real pasa polo BNG; esta cidade precisa un alcalde do BNG para darlle un novo rumbo e mirar ao futuro con ilusión», aseveró, aunque sin referir el exitoso modelo Lores o su efecto en la peatonalización de Pontevedra, un tema que al norte de Galicia sigue siendo polémico.
Inercia del pasado
Iván Rivas ha reprochado que Ferrol lleve «anos mirando atrás» y ha instado a «rachar coa inercia do pasado», que impide «transformacións». El candidato a alcalde ve opciones de «gañar a confianza» de quienes urgen a «liderar a transformación desta cidade» e invita al electorado con una «proposta ambiciosa».
Se basa en un «Ferrol sen privilexios, sen ataduras de Madrid», lastres que ha dibujado a modo de «elefante». Un animal salvaje que al noroeste de España «limita aos estaleiros a buques» del sector militar, que también «invade costas» con proyectos eólicos que ha equiparado con el «espolio dos embalses franquistas».
Las jackets de la antigua Astano, ha apostillado, no han sido más que la «escusa para desmantelar as gradas» de Navantia Fene. Los efectos de un elefante que también toma «forma de muro», el que divide a Ferrol «en dúas partes» y que se alzó para «protexerse dos ferroláns» como ejemplo de «despotismo centralista».
Argumentos para que Rivas proponga «derrubar muros físicos e mentais» que hacen de la ferrolana «unha cidade de usar e tirar». Cree que 2023 llama al cambio: «Non podemos deixar pasar este momento, dádelle unha oportunidade ao BNG». Algo menos de una hora de mitin, pero quedan casi dos semanas por delante, y un mensaje reivindicativo: «Un pobo que non se manifesta é un pobo que non existe».