Imagen del Baxi-Cadí La Seu (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Amarah, Ani, Patri, Elin y Chatilla. El primer cinco del Baxi en A Malata, el comienzo de una nueva era. Cerca de 600 espectadores, según datos oficiales del club, capacitado ahora para medir tal asunto de forma acertada. No ayudaba el hecho de que fuese una jornada laborable.
Recurriendo al tópico, el telón se levantó. Como si nada hubiese pasado. Tan siquiera el tiempo. El vetusto complejo polideportivo renació en brazos del baloncesto de máxima división y se aferró a un Universitario que está cambiando de piel. Que busca un nuevo DNI.
Con la (no tan) simple alteración de la escenografía alrededor del rocambolesco parqué, la mente transportó a años dorados. Sin embargo, todo es diferente. O casi todo. Y el cuadro que ahora encabeza Carles Martínez conserva la esencia, aunque también se actualiza y baila su particular ritual antes de lanzarse a la aventura.
Imagen del Baxi-Cadí La Seu (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Sendas ventajas de 5 puntos en los dos cuartos iniciales, 19-14 y 33-28, pero mucho por dibujar con lápiz grueso. La plantilla de elástica azul se encomendó a una Chatilla Van Grinsven llamada a un papel predominante y que ya atesora valoraciones decisivas.
La garra y las ganas de morder de las catalanas no supusieron que fuesen superiores sobre la pista; ahora bien, las navales acabaron incapaces de aprovechar los leves desajustes de las amarillas. Y un ingrediente que podría parecer accesorio: un balón que cualquiera pensaría que estaba impregnado de aceite se erigió en contrincante.
Imagen del Baxi-Cadí La Seu (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Chatilla, un volcán, se hizo imprescindible ante las bajas de Marina Delgado y Natalia Rodríguez. El Baxi, por lo pronto, busca cohesión desde las individualidades al alza de Coleman, con guion definido en su mente, y Patri Cabrera, elegante desde la lejanía.
Escrutar algunos rostros de la formación local permitía sugerir cierta intranquilidad. En pleno torbellino, el preparador levantino quería afianzar ideas. Lo cierto es que las pirenaicas se desprendían del corsé anfitrión, carente de un impulso letal.
Imagen del Baxi-Cadí La Seu (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Capaces de reconstruirse tras un desgaste físico que afloró al filo del descanso, las del Baxi, con viento adverso, aplacaron el caos en lances concretos. Los destellos de Cadí La Seu eran suficientes para que no cesase la sangría ferrolana. La desconexión, aderezada con el arbitraje, tornó en lamento pese al esfuerzo. Como organizadora, accedió Ani Calvo.
Ya se fue al 44-51 en el tercer cuarto y el enfrentamiento acabó con un electrónico disparado para las de Catalunya, 51-66. Querer meter el balón rozó la condición de lucha de gigantes por más que Patri Cabrera firmó con contundencia en la despedida. Quesos El Pastor espera el domingo al mediodía en Zamora. Calma. Paciencia.
(Fotos: Mero Barral© – 2018. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.)