MARTA CORRAL | Ferrol | Miércoles 28 de julio 2021 | 14:15
«La verdad es que no te lo crees. Das las gracias, pero también me da un poco de palo. Pero mola, claro, mola mucho». Estos días están siendo muy especiales para Ana Porto, la base ferrolana de 13 años que juega en el Costa Ártabra. La gente la está parando por la calle para felicitarla antes de acudir a su convocatoria con la selección española de baloncesto U13.
Será el próximo domingo cuando ponga rumbo a la ciudad vallisoletana de Íscar, donde trabajará junto a compañeras de toda España bajo la batuta de Elena Lahoz, en un intensivo del 1 al 5 de agosto. Una cita en la que Patricia Cabrera, del BAXI Ferrol, será una de las entrenadoras que trabajarán codo con codo con estas jóvenes promesas.
«Espero encontrarme mucho nivel, así que tendré que dar lo mejor de mí misma, pero sobre todo voy a disfrutarlo mucho, a hacer amigos y a pasarlo bien haciendo lo que sabemos hacer», comenta Ana al otro lado del teléfono. Ella empezó en el baloncesto a los 5 años en el Universitario y fue a los 8 cuando pasó al BBCA y empezó a despuntar entre sus compañeras.
Es una habitual de la selección gallega y la temporada pasada habría jugado en el Campeonato de España de Selecciones si la pandemia no lo hubiese impedido. Este año ha sido campeona de Galicia en pre-mini y pre-infantil, una gesta esta última que lograron imponiéndose en la final frente a un club con tanta historia como el Celta.
Confiesa que no se esperaba la llamada de la selección. Ella, que mide 1,72 y suele jugar de base o escolta, siempre moviendo el balón y organizando el juego, de momento no se plantea dedicarse profesionalmente al baloncesto. Sin embargo, estos días, en los que vemos a la ferrolana Tamara Abalde en los Juegos Olímpicos de Tokio, Ana reconoce que seguir sus pasos es «un sueño en el que trabajaré».
La gente que la ha visto jugar no escatima aplausos, ven en ella esa magia que, con trabajo y dedicación, la puede catapultar a lo más alto. De momento, Ana, que estudia en Cristo Rey, me cuenta que además de continuar en el baloncesto sus estudios podrían ir enfocados a las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF), la Fisioterapia o la Biología.
«Lo importante es que el baloncesto forma parte de su vida», concluye su padre, Luis Porto. Él y su mujer se empeñaron en que sus cuatro hijos hiciesen deporte y todos eligieron la canasta, de lo que no se arrepienten: «Estamos entusiasmados con este reconocimiento a su trabajo. Verla ilusionada es una alegría, y se lo merece», afirma orgulloso. Sin duda, nos unimos a su orgullo y nos mantendremos cerca para no perder de vista a esta pequeña gran estrella, Ana Porto.