JOSÉ LUIS MÉNDEZ OTERO (Ingeniero y docente FP) | De quen vés sendo? | Jueves 26 noviembre 2015 | 8:15
Cuando se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, se incurre en una afirmación que es cierta como un templo.
Desde cuestiones de escala reducida hasta aquellas más importantes, incurrimos en acciones o hechos que ya en otras ocasiones han resultado desastrosos, y aun así seguimos, «groña que groña”, dale que dale, cayendo o dándonos un buen mamporrazo.
Creo que la vida es más sencilla de lo que la hacemos. Tratamos muchas veces de hacer lo más difícil y pienso sinceramente que en muchos casos solo hemos de copiar lo que funciona. Pongamos un ejemplo, ¿funciona mejor la peatonalización de calles en una ciudad como Pontevedra? Pues copiemos el modelo.
¿Funciona mejor la estructura administrativa de casi cualquier estado europeo? Pues copiemos el modelo. ¿Funciona mejor una ley de educación de un gélido, norteño y lejano país? Pues copiemos el modelo.
Sí, probablemente han de considerarse una serie de circunstancias sociales, culturales, económicas o incluso históricas, pero visto que en muchos aspectos de nuestra existencia, o de nuestras administraciones, hay tantas cosas que cojean, creo que una opción válida podría ser, simplemente, copiar lo que funciona.
Hombre, si y no.
No se puede copiar «un modelo» y tirar pa’lante. Las políticas, como las personas, dependen de sus circunstancias.
Las leyes educativas de ese país norteño: Finlandia, por llamar a las cosas por su nombre, serán muy buenas para la OCDE y su informe Pisa, pero es el país com mayor índice de suicidios… Y no, no es el clima únicamente, porque Suecia y Noruega, y hasta la Siberia rusa tienen menor índice.