MARTA CORRAL | Ferrol | Martes 1 diciembre 2015 | 17:02
Daniel Pena podría convertirse este jueves en el primer ferrolano en pilotar los mandos de la Universidade da Coruña. Ingeniero naval doctorado por la Politécnica de Madrid, catedrático de Construccións Navais en la Escuela Politécnica Superior y directivo en la antigua Bazán y Astafersa, no concibe la universidad como un espacio paralelo a la sociedad.
«Contigo somos máis» es el lema elegido por la candidatura que preside, a la que no han considerado bautizar, y en la que confluyen las corrientes opositoras al actual modelo cuyo candidato es Julio Abalde, del grupo continuista Nova Luce.
«Ponernos de acuerdo ha sido fácil. Entre todos hemos hecho un ejercicio de análisis de la situación actual de la Universidad y coincidimos en los puntos fundamentales que hay que cambiar», reconoce Pena, que recibe a Ferrol360 junto a su mujer en su casa de Ferrol, desde la que ha visto crecer a sus dos hijos.
Daniel Pena habla muy claro y no se anda con rodeos. Ha hecho los deberes y conoce los entresijos de la UDC tanto como para saber en qué se está fallando y tener la fórmula para frenar el declive de la institución.
«No puedes vivir de espaldas a la sociedad ni a tu entorno», repite constantemente, a sabiendas de que la Universidad no debería permitirse estar alejada de la realidad social que le rodea, porque precisamente esa podría ser la causa de la pérdida de alumnado y rentabilidad que ha sufrido en los últimos años.
Hemos hablado con él de su programa electoral -que puede leerse en este enlace-, de los retos de la Universidad da Coruña y del futuro que le gustaría para el Campus de Ferrol.
Lo que hay que mejorar
La excesiva burocracia, el envejecimiento de los docentes, la escasa transferencia por investigación, una imagen corporativa poco instalada o la falta de presencia internacional de la institución son algunas de las carencias que Daniel Pena pretende trabajar desde su programa.
Hacer una web accesible, ordenada, útil y con proyección exterior es algo fundamental para el equipo de Pena, puesto que sería el eslabón imprescindible para que los alumnos encontrasen toda la información necesaria «a un clic», pero también para proyectar una imagen atractiva de la UDC para el resto del mundo, ser más transparentes y «venderse en el exterior».
Pena no le tiene miedo al marketing, porque defiende que lo importante es que «la UDC crezca». Algo que para su equipo pasa indiscutiblemente por realizar un esfuerzo mayor en comunicación y, por ello, proponen la creación de un vicerrectorado dedicado a ello.
«El departamento de marketing es muy importante, la relación con el entorno social y con las empresas también lo es», asegura Pena. No en vano, uno de los pilares de su candidatura es «abrir la UDC a la sociedad».
Otros pasan por centrar la universidad en el estudiante y el aprendizaje, promocionar a las personas y su trabajo, simplificar la normativa, reorganizar de definir funciones y multiplicar la investigación y la transferencia: «No es tiempo de recortes, sino de incrementar ingresos por transferencia y resultados de investigación, producción de contenidos de divulgación científica y cultural, y mejora del sistema público de financiación», señalan.
Algunas claves de su programa
Apuestan por simplificar y mejorar la administración digital, centralizar servicios comunes y otorgar una mayor autonomía a los centros, para combatir la lentitud de la burocracia actual. Pena defiende la unificación de la información y los servicios al estudiante, que exista una comunicación más eficaz entre la universidad y sus alumnos.
Pero también insiste en reducir el papeleo, mejorar la oferta de titulaciones, mejorar las prácticas y «racionalizar calendarios»: «No parece muy normal que los alumnos que se presentan en septiembre a la selectividad se incorporen un mes después de haber comenzado el curso», dice.
«Más estudiantes, más profesores, más prácticas y más grupos de investigación más grandes», así podría resumirse su hoja de ruta, en la que contempla atraer estudiantes, renovar el profesorado e instalar un sistema de promoción más racional, así como ampliar los grupos de investigación confiando en la eficacia de la interdisciplinariedad.
Titulaciones atractivas y centros proactivos
«Cuando un título tiene muy poquitos alumnos lo primero es ser consciente. Si quieres defender tu centro lo que tienes que hacer es adaptar tu titulación a lo que demanda la sociedad. Esa es la manera», explica, defendiendo que «siempre que los centros sean proactivos, que sean capaces de ver por dónde van los tiros, no hay problema».
«Eso sí, creo que esas políticas de que como esto es público y soy funcionario y me van a seguir pagando igual, son las que al final cierran centros», observa, proponiendo el cambio de títulos, la evolución continua de los centros y la modificación de la oferta para que las carreras de menos alumnos «tengan futuro».
No entendería implantar nuevos títulos sin saber si hay demanda real en la sociedad, sin analizar si tienen posibilidades de implantación: «Nuevos títulos es eso, es ver cómo cambia la sociedad. En Navales ahora más que los barcos clásicos, como los petroleros, por ejemplo, tenemos que encaminar nuestros diseños a la eólica marina, porque ese puede ser el futuro. Aunque los cambios en los grados sean lentos y se hagan de año en año, tras revisiones de la UDC, la Xunta y el Ministerio».
Pena es crítico con la inmensa oferta de máster y con lo que se han encarecido en nuestro país: «Hay mucho máster. No tiene mucho sentido, no se ajusta al número de alumnos que hay. Hacer un máster por hacer un máster no tiene sentido» y añade, «nosotros tenemos un máster interuniversitario entre Coruña, Santiago y Vigo con una Universidad de París. En España la matrícula cuesta unos 2.000 euros y en Francia unos 300 euros, así que los españoles se matriculan en allí. Es tremendo».
Internacionalización
Pena es firme defensor de la movilidad de los estudiantes con programas europeos como el Erasmus, porque el complemento formativo que asegura llevar a cabo estudios en el extranjero es un valor añadido para el alumnado y los convierte en los mejores embajadores de la UDC.
Pero más allá del intercambio, Pena aboga por crear vínculos con universidades, instituciones y empresas de fuera de España. «Esa es la verdadera internacionalización, no sólo las relaciones institucionales ni los Erasmus», apostilla.
«Nosotros, por ejemplo, tenemos un mercado tremendo en Latinoamérica por el idioma que compartimos y porque se trata de países emergentes. Podríamos desarrollar cursos y máster online como hacen en otras muchas universidades y poder ofrecer docencia allí», relata.
«El Campus de Ferrol está muy deteriorado»
«Muy deteriorado. El Campus de Ferrol se encuentra muy deteriorado y hay que empezar desde el principio con una revisión. No de las titulaciones, pero sí del momento en el que se encuentran las carreras y los servicios», así de tajante se muestra Pena cuando le preguntamos por el feudo universitario en la ciudad naval.
Nos adelanta que su idea es «quitar el Vicerrectorado de Ferrol para darle más autonomía al Campus de Ferrol. Darle más importancia». Consciente de que parece una contradicción, Pena explica que en la actualidad poseer un vicerrectorado sólo supone para Esteiro y Serantes «tener un eslabón intermedio y que tengas que ir a hablar con él antes de hablar con otro, cuando ese no es quien va a resolver tu problema».
«En principio parece una discriminación positiva, pero es una discriminación totalmente negativa. Es un lastre y un estorbo para que el Campus sea más activo. Queremos que tenga más capacidad, más servicios y más autonomía, que cuando venga alguien del Rectorado no vengan a tomarse un café», añade.
Recordando que «Ni Elviña, ni la Zapateira, ni Oza» cuentan con vicerrectorado, Daniel Pena sí reserva para Ferrol el de Campus e Infraestructuras, desde donde su equipo centralizaría las compras de software, hardware y equipos, así como el Urbanismo, Medio Ambiente e Infraestructuras universitarias para darle «verdaderamente un protagonismo a Ferrol y que no sea una figura meramente institucional».
Fusionando centros
A ojos de Daniel Pena no parece lógico que las ingenierías ténica y superior no tengan el mismo equipo lectivo: «Que no hagan nada de forma coordinada, tengan distintas webs… Nadie lo entiende. Un alumno tampoco sabe lo que tiene que hacer. Tiene que haber una sola escuela».
Explica que «una fusión no es una absorción», sino que «dos se integren con los mismos derechos y que participen del mismo trabajo, eso es lo que queremos hacer». Adelanta que su deseo sería centralizar la escuela en Esteiro, pero se podrían barajar otras posibilidades: «Lo que queremos hacer es dar un primer paso para tener un único centro, con la colaboración de todos. Lo que no puede ser es que el equipo de gobierno de la universidad se desentienda y le cargue el trabajo a los directores de los centros, tiene que estar pilotando un proceso que es complicado».
Nuevas titulaciones para Ferrol
«Ahora mismo montar titulaciones que ya hay en Galicia no es sostenible. Pero montar algo que no existe, si se demuestra que hay capacidad y que va hay demanda, sí. Hay titulaciones encima de la mesa para el Campus de Ferrol que pueden salir adelante. Lo queremos hacer», confirma.
Sin dar demasiados datos, Pena adelanta que las nuevas titulaciones podrían estar relacionadas con la aeronáutica y los drones, pero también podrían surgir otras de futuras colaboraciones con la Armada: «Los miembros de la Armada hacen su máster en Madrid y no tiene mucho sentido. Lo han hecho tradicionalmente y eso cuesta trabajo cambiarlo, pero ya se está intentando para que sea así», afirma.
Además, Pena ha sido uno de los artífices de la colaboración entre Navantia y UDC para crear la Unidad Mixta de Investigación que busca desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para incrementar la competitividad del astillero gracias a la innovación y cuenta con hasta 2,3 millones de euros para la generación de 18 empleos de alta cualificación.