MARTA CORRAL | Narón | Miércoles 10 junio 2015 | 12:31
Dependientas ojipláticas. Clientes haciéndose a un lado. Paseantes atónitos. Usuarios del gimnasio buscando la cámara oculta. Concursantes al borde de un ataque de nervios.
Así ha sido el ambiente este martes en Dolce Vita Odeón. El centro comercial recibía a las tres ganadoras del sorteo de la promoción Premiamos a túa fidelidade, que tenían que competir por llevarse 2.000 euros en compras.
Beatriz Flores, Lorena Picos y Lucita Rodríguez, debían comprar en todas las tiendas de Odeón hasta llegar a los 2.000 euros exactos en el menor tiempo posible. Sólo así podrían llevarse todas sus compras a casa, porque de quedar segundas, tendrían que conformarse con 600 euros y, de tercera, con 400.
Así que, pasadas las 11:00 horas y después de una sesión de belleza en los establecimientos del centro comercial, las tres concursantes -ataviadas con camisetas de colores, acreditaciones y un cuaderno donde debían anotar los artículos que fuesen reservando y sus precios-, esperaban en la línea de salida junto a sus tres acompañantes, que podían ayudarlas en la tarea de ser la más rápida del noroeste.
Tras el pistoletazo de salida las concursantes echaron a correr, siguiendo el esquema que habían preparado previamente, con referencias y precios de artículos en cada uno de los locales.
La pareja formada por Beatriz y su amiga no tardaron en ponerse en cabeza. Se saltaban las colas de los locales al grito de «¡por favor, dejadnos pasar, que estamos en un concurso!» e iban reservando a velocidad de vértigo las prendas y los objetos seleccionados.
Lucita y su amiga se lo tomaban con más calma y esperaban rigurosamente la cola, algo más tímidas; mientras, Lorena y su amiga, móvil en mano para calcularlo todo, no se dejaban ni un detalle, como reservar el calzado con el número de pie exacto.
Las dificultades llegaron con la hostelería, que a esa hora aún no estaba abierta, así que las concursantes, tuvieron que colarse por verjas entreabiertas para hacer sus pedidos.
Aunque, al más puro estilo Pekín Exprés, el más difícil todavía estaría por llegar. Las tres mujeres tuvieron que enfrentarse a la barrera del idioma cuando iban a efectuar su reserva en el restaurante asiático. Un auténtico espectáculo para desesperación de las concursantes y carcajada de los espectadores improvisados.
Escaleras arriba, escaleras abajo, Con paradas para hacer recuento de precios, estaba claro que el ritmo era mucho más rápido que en el 2005, cuando se había celebrado un concurso muy parecido.
Premiada y hospitalizada
A las 12:35 llegaba Beatriz a la gerencia del centro comercial, esta vez algo más lenta, apoyándose en su amiga y asistente en carrera.
Después de batir todos los records de velocidad y con 2.000 euros reservados en todos los establecimientos, se proclamaba vencedora, aunque con un regusto agridulce, ya que se había lesionado en los últimos minutos de la carrera, rompiéndose un tendón.
A continuación llegaba Lucita y, a los pocos minutos, Lorena. Como la primera se había pasado de la cantidad, automáticamente, la tercera en llegar se adjudicaba los 600 euros del segundo premio y Lucita los 400 euros del tercero, en vales de compra. ¡Enhorabuena a las tres!
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