El Santo Encuentro, con fin en Amboage, ha recorrido Ferrol este viernes (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
Considerada como arranque del pasaje más álgido de la Semana Santa de Ferrol, la procesión del Santo Encuentro ha salvado el reto del debut en la plaza de Amboage. No era una tarea sencilla. El mal estado de Armas abocó el año pasado al traslado, pero la lluvia impidió el estreno consumado este Viernes Santo con el tiempo como aliado.
Y tampoco era fácil porque las costumbres remiten a un escenario diferente. Quizás haya pocos teatros al aire libre como Amboage, pero la amplitud de superficie que sugería un simple vistazo desde el balcón de la plaza de Armas parecía complicada de alcanzar esta vez.
Sin embargo, la disposición de los protagonistas ha ayudado al relato deseado. Colocados estratégicamente en torno a un vallado que constreñía su franja norte, entre la estatua del marqués y su gran escalera, los cofrades han esperado por la llegada de unos tronos que partían paulatinamente de la contigua iglesia de Dolores un par de horas antes.
El Santo Encuentro, con fin en Amboage, ha recorrido Ferrol este viernes (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
Pasaban seis minutos escasamente de la hora fijada para el arranque. Ferrolanos mezclados con retornados de la diáspora, los turistas que han colgado el cartel de plazas agotadas en todos los hoteles y un tercer ingrediente: los 3.000 integrantes del pasaje del «Oriana», crucero que ha elegido un día grande para recalar en el puerto.
Tras las últimas consignas, las puertas se abren para facilitar la entrada en la calle de las tallas. En el último caso, la Virgen de Dolores, la estructura espera a la imagen, que permanece en el interior del templo, ya en Méndez Núñez. En una Pasión en la que parece que cada vez se aplaude más, la marcha de los penitentes aviva las palmas.
El Santo Encuentro, con fin en Amboage, ha recorrido Ferrol este viernes (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
Los más jóvenes acceden a descolgar el teléfono aunque les esté llamando algún amigo en el instante más inoportuno: «Está saliendo la Verónica, luego te llamo». Corren las 11:54 horas. Las manos se acaloran cuando el esfuerzo permite alzar el trono, uno de esos momentos más aguardados.
Una banda sucede a cada comitiva, otra se prepara al pie de la iglesia; esta vez, a la expectativa por San Juan. Dos manzanas más arriba, en la calle del Sol, se divisa al tren turístico. Repleto. Ajeno al asunto. Sillas de playa para los cruceristas y manos estiradas de los más pequeños para recibir estampas o caramelos. Otra tradición.
El Santo Encuentro, con fin en Amboage, ha recorrido Ferrol este viernes (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
Doce minutos después, «la Dolorosa», comunica otra espectadora a un interlocutor telefónico. El párroco aguanta con estoicidad, hay quien quiere sacarse una fotografía a centímetros de él. Descienden al corazón de A Magdalena y reaparecen poco antes de las 13:30 horas. Cámaras y fotógrafos, en la reja de la estatua o la escalera a la calle María.
A la espera de resolver la incógnita, cómo culminará un desfile en un emplazamiento inédito. En la «plaza de Dolores», recuerda el sacerdote. Cita nada menos que «La Pasión», de Mel Gibson, para rememorar «una de las escenas más tremendas, la madre casi se cae del pasmo». A las 14:28, los cuatro suben al unísono entre aplausos. Se recogen a solas, en silencio.