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FERROL360 | Miércoles 11 junio 2014 | 14:48
El Equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil de Sevilla ha detenido en el marco de la Operación Kurier a un vecino de Ortigueira, el cual actuó como ciberacosador de chicas menores de edad haciéndose pasar por su hijo. Ellas accedían a mostrarse en ropa interior ante la cámara web de su ordenador, sufriendo chantajes por parte del imputado, que las amenazaba con difundir las imágenes si no hacían lo que él quería.
En un comunicado, el Instituto Armado ha detallado que la investigación se inició gracias a la denuncia de la madre de una de las menores, residente en un municipio de la comarca sevillana del Bajo Guadalquivir. Su hija, de 15 años, le había asegurado que se sentía acosada por un chico que había conocido a través de un chat usado habitualmente por adolescentes, confirmando que había intercambiado imágenes en ropa interior.
Los agentes rastrearon varios perfiles en las redes sociales Facebook o Tuenti, localizando a un usuario que podría ocultar al presunto ciberacosador, que utilizaba la foto de un chico joven como imagen de perfil. Ratificaron más tarde que usaba una instantánea de su hijo, también menor de edad, aunque cambiaba con cierta frecuencia su foto principal para aparentar más actividad y veracidad ante las víctimas.
Según la Benemérita, llegó a contactar con más de 500 adolescentes de varios países, preferentemente de habla hispana, en los últimos años. En su comunicado, añade que algunas de las jóvenes llegaban a estar convencidas de que mantenían con él una relación seria. El acusado también almacenó vídeos de las menores realizando actos de contenido sexual pese a que parte de ellas hicieron evidente su angustia.
Al registrar su vivienda, los agentes intervinieron un disco duro de gran capacidad, en el que estaban fotos y vídeos. Se le imputa un delito contra la libertad e indemnidad sexual de adolescentes a través de internet, grooming. Casado y con dos hijos, operaba desde su propia casa. La Guardia Civil resalta la importancia de denunciar estos hechos y que los menores lo notifiquen a sus progenitores.
