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FERROL360 | Jueves 20 enero 2022 | 13:01
La comisión que se encarga del seguimiento de la rehabilitación de la iglesia de Dolores, presidida por el obispo Fernando García Cadiñanos, se ha reunido este miércoles tras la finalización de la primera fase de las obras para poner el foco en las próximas actuaciones. En la reunión ha participado también el presidente de la Cofradía de Dolores, Francisco Balseiro, así como el párroco, Xosé Francisco Delgado.
También han acudido el arquitecto que ha dirigido los trabajos, José Romero, y el responsable diocesano de Obras, David Sanesteban. Han dado por finalizada la primera intervención, sufragada por la Xunta de Galicia con 260.000 euros, y que se entregará a finales de este mes oficialmente. Esta fase ha corregido los problemas estructurales que amenazaban la estabilidad de las torres y la bóveda.
Asimismo, también se han renovado las cubiertas de la iglesia para garantizar la seguridad estructural y la estanqueidad del tejado. Agradecen la implicación de la Consellería de Cultura. Una vez finalizada esta fase, la segunda se acometerá con las donaciones recibidas por la parroquia y también con el apoyo de la Diócesis Mondoñedo-Ferrol.
Segunda y tercera fase
Se actuará, en este caso, en la renovación de las cubiertas de la sacristía, el encintado de las torres para impedir filtraciones de agua, la renovación del forjado del coro y el arreglo del dintel de la puerta de entrada. Al rematar, explica la Diócesis, «se completaría la actuación estructural sobre el templo».
Sin embargo, todavía quedaría una tercera fase antes de la reapertura del templo al culto. Enumeran la necesidad de acondicionar los morteros interiores y exteriores, renovar la instalación eléctrica y la iluminación, así como otros aspectos ornamentales. Para ello, explican, habrá que esperar un año porque «es preciso facilitar una ventilación que permita la eliminación de todas las humedades interiores hoy existentes».
Faltan 90.000 euros
Además, sostienen, deben buscar todavía vías de financiación. El presupuesto total de la segunda y la tercera fase es de 180.000 euros y las aportaciones recibidas desde que se abrió la campaña de donaciones ascienden a unos 45.000 euros, a los que hay que añadir «una cantidad similar procedente del presupuesto diocesano para obras».
Para sufragar el resto de los 90.000 euros van a mantener reuniones con las diferentes administraciones y se harán iniciativas sociales buscando el apoyo económico de los feligreses. El objetivo, explica la Diócesis, es que «para la Semana Santa de 2023 el templo pueda reabrirse al culto totalmente».
