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FERROL360 | Sábado 26 enero 2019 | 20:57
La mugardesa Amada García era una mujer libre. De esas que, a principios del siglo XX se negaba a hacer únicamente las tareas propias de su género. Era, por lo tanto, lo que consideraban una subversiva. Militante del Partido Comunista, con 26 años, en el verano de 1936 estuvo condenada a arresto domiciliario y a trabajos forzosos.
Ya en abril del 37 la detuvieron estando embarazada y la condenaron después de un juicio que resultó ser de todo menos justo, plagado de testimonios falsos y otras irregularidades. Poco les importó que estuviese esperando un hijo, que nació el 31 de octubre y se llamó Gabriel, como su padre, Gabriel Toimil.
Solo le permitieron 88 días más de vida para empezar a criarlo. El 27 de enero de 1938 moría asesinada en el muro del castillo de San Felipe, acribillada por las balas de los fascistas que no aceptaron, como habían dispuesto otros presos, un intercambio por la vida de alguno de ellos.
Los padres de Amada fueron los que criaron a Gabriel, que falleció en mayo del 2014 a los 77 años. Él, cada 27 de enero, visitaba el muro el que su madre exhaló su último aliento. Una madre que nunca llegó a conocer. Desde el 2016, el Concello de Ferrol institucionalizó la fecha como el Día de la Memoria.
Este domingo, a las 12:30 horas, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, y otros ediles de la Corporación, así como entidades de la ciudad naval, acudirán al castillo de San Felipe para recordar a Amanda con una ofrenda floral.
