RAÚL SALGADO / REBECA COLLADO | Ferrol | Sábado 19 abril 2014 | 00:53
El Viernes Santo confirma su papel de jornada central en la Pasión de Ferrol. Miles de personas han ocupado calles y plazas del casco histórico de A Magdalena con motivo del desfile procesional del Santo Encuentro, considerado como uno de los más relevantes de la Semana Santa ferrolana.
Aporta, además, estampas únicas para el espectador al coincidir sus tronos en la plaza de Armas, ante el Palacio Municipal. Con una sensación térmica de calor aplastante, ferrolanos y -muchos- visitantes se adueñaron de las escaleras del Ayuntamiento y de los accesos a la plaza consistorial por las peatonales Galiano y Dolores.
El Encuentro, que se produjo con cierto retraso sobre el horario previsto, estuvo precedido por las dos marchas que habitualmente lo propician, la de Jesús Nazareno y la de Nuestra Señora de los Dolores.
La primera partía de la plaza de Amboage más allá de las 11:45 horas, sucediéndole la segunda unos quince minutos más tarde. San Juan, Jesús Nazareno, la Verónica y la Virgen de Dolores se reunieron entre aplausos.
Mientras, espacios públicos y hostelería, al límite de su capacidad ante la avalancha de viandantes. Protección Civil afrontó uno de sus días de mayor faena, con personas sufriendo el calor y requiriendo apoyo. Así, sumó por la mañana 40 asistencias y 3 traslados sanitarios.
La Merced
A primera hora de la tarde, y con rigurosa puntualidad, partió de la capilla del colegio Tirso de Molina la procesión del Crucificado, de la cofradía de la Merced. Desfiló el Cristo Redentor, talla de José Rivas del año 1927.
Breve pero emotiva, la marcha regresaría apenas una hora más tarde a la plaza de Amboage. Allí se cumplió con el ceremonial de la retirada de la imagen, especialmente laboriosa por la altura del pórtico de entrada a la iglesia.
De nuevo, los vítores del público animaron la faena, supervisada por César Carreño, hermano mayor de la Merced. Penitentes descalzos ayudaron al traslado del paso, que previamente surcó parte del casco histórico.
Traslado y Santo Entierro
De la propia plaza de Amboage partiría, con cierta demora, la marcha del Traslado, indispensable para el arranque del solemne Santo Entierro. La Virgen de Dolores descendió de su templo a la concatedral de San Julián para unirse a la urna que guarda en su interior el histórico Cristo del Santo Entierro.
El desfile, por consiguiente, también comenzaría con retraso, en torno a 25 minutos. Pese a las amenazas iniciales, el tiempo respetó su singladura, siendo este requisito indispensable por lo delicado de la urna.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, o el almirante jefe del Arsenal Militar, Manuel Garat Caramé, formaron en la comitiva entre el olor a incienso.
Noche
Dos procesiones cierran el Viernes Santo: la de la Soledad, de la Orden Tercera, y la de Os Caladiños, una de las más esperadas, que saldrá a las 23:30 horas de la concatedral de San Julián tras el habitual acto litúrgico.
La primera de ellas salió a las calles con cierto retraso para evitar la coincidencia con el Santo Entierro, de largo recorrido por A Magdalena y que arrancó con demora.
Procesionaron los pasos de Santa María Magdalena, obra de Guillermo Otero Feal en 1956, y la Santísima Virgen de la Soledad, talla anónima del siglo XVIII. Recorrió las calles Real, San Diego, Magdalena y Rubalcava, para retornar por Real hacia San Francisco.
Os Caladiños comenzó a las 23:30 en San Julián. Silencio, velas y luces apagadas a su paso en el desfile que hizo enmudecer al centro de la ciudad.