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MARTA CORRAL | Ferrol | Jueves 3 diciembre 2015 | 13:55
No podrán instalarse circos con animales en el término municipal de Ferrol ni tampoco publicitar espectáculos circenses en los que intervengan animales. El Concello no apoyará ni patrocinará ningún evento donde los animales sean sometidos a tratos crueles y torturas, «coma as touradas».
Llevada a pleno por el grupo municipal del BNG en Ferrol y no por el propio Gobierno, como pretendía la asociación animalista Libera!, la moción ha salido adelante en la sesión de este jueves con los doce votos a favor de Ferrol en Común, PSOE y BNG, y los nueve votos en contra de PP y Ciudadanos.
La edila de Ciudadanos, Ana Rodríguez Masafret, calificó a los circos y las corridas de toros como «manifestaciones culturales», por lo que, defendió, no sean cambiadas «ciertas tradiciones por un Real Decreto o una prohibición», argumentando que «las prohibiciones nunca han sido sanas».
En su misma línea, el concejal popular Francisco Javier Breijo Devesa, aseveró que «el circo es un arte» y se trata de «el mayor espectáculo del mundo», argumentando además que son muchos los puestos de trabajo que dependen de este tipo de negocios.
Además, recordó que está en vigor la reforma del Código Penal por la que se aumentan las penas para los que maltratan a los animales y que, en vez de prohibir, «hay que hacer cumplir la legislación existente» y lo estipulado en el Plan General de Circos.
Argumentos a favor
El concejal socialista Bruno Díaz recordó al pleno que no se estaba tratando de vetar la entrada de los circos en la ciudad, sino sólo a aquellos que realicen su espectáculo con animales, al tiempo que se mofó del argumento tradicionalista de la otra bancada, asegurando que hubo un tiempo en el que los leones se comían a las personas en un circo y no por ello podrían organizar ahora un evento semejante «na praza de Armas, en Semana Santa, no que veñan e se coman a algúns ferroláns».
La concejala de Bienestar Animal, María Teresa Riveira, por su parte, defendió que los animales salvajes habitasen en sus espacios naturales y nunca en un circo; mientras la nacionalista Eva Espiñeira, defensora de la moción, insistió en que «na maioría dos circos as condicións dos animais son pésimas».
«Ás veces hai costumes que se repiten e non por iso podemos consideralas tradicións. Se algunha tradición implica maltrato animal, hai que mudala», concluyó Espiñeira.
