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Ferrolterra: 15+1 sitios por conocer este verano

Porto de Bares, en Mañón (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

RAÚL SALGADO / RAÚL LOMBA / MERO BARRAL | Ferrol | Jueves 30 julio 2020 | 17:40

Ni la pandemia será capaz de lograr que agosto deje de ser el mes vacacional por excelencia. Unos días, un par de semanas o quizá el mes entero; como en la mejor agencia de viajes, las sugerencias que podrás leer a continuación se amoldan a tu disponibilidad.

Adaptamos esta particular guía para nativos y foráneos al tiempo y a las ganas por encontrar algo nuevo que quieras aportar. Más que nunca, aquí caben todos (con toda la precaución, claro): los de casa que aplazarán sus viajes a tierras lejanas, los que están buena parte del año fuera y regresan a su tierra y los que llegan con algunas referencias, pero novatos en la zona.

Quizá estas líneas sean sorprendentes por momentos para los de pura cepa, algún lugar entre los recomendados lo desconocerás y seguro que más de uno lo habrás escuchado, pero no visitado.

Puerto de Redes, en Ares (foto: Mero Barral / Ferrol360)

1. REDES (ARES)
Redes tiene todos los encantos posibles. Pequeñas casas de variados colores, de las más cuidadas de toda la comarca, con engalanado floral y sensación ambiental de calma infinita. Un coqueto puerto con lo suficiente para subsistir alejados del ruido, como tomar algo en plena rampa.

A lo lejos, su playa de Area Morta, los balcones con derecho a mar de la Venecia gallega y barcos reposando. Y sus cabrias, las estructuras que históricamente servían para secar las redes de pesca de las que toma el núcleo su nombre. Al salir de su aparcamiento, el legado indiano en la Agrupación Instrutiva de Caamouco.

Puerto de Redes, en Ares (foto: Mero Barral / Ferrol360)

Ares da mucho más: más bullicio en su playa urbana o en la de Chanteiro, un largo paseo marítimo o incluso cocina de vanguardia que encontrarías en cualquier gran ciudad, como la del Textura. Sin que sean precisos grandes locales, la hostelería aresana tiene lo que te exige el apetito.

Detalle del castillo de A Palma, en Mugardos (foto: Mero Barral / Ferrol360)

2. CASTILLO DE A PALMA (MUGARDOS)
El castillo de A Palma encierra secretos y destapa verdades que quizá sepamos a medias. Por ejemplo, concretar en qué estancia permaneció Tejero tras el intento de golpe de Estado del 23-F. Paralizado el proyecto que sopesó convertirlo en hotel de lujo, sus cubiertas o el lugar del teniente coronel se reabren a las visitas.

Con excelente panorámica sobre la ría de Ferrol, es el final de una ruta litoral por Mugardos que podríamos iniciar en el área de Pazo das Condesas. Desde allí, pasaremos por O Baño y A Redonda y veremos a todo color la distancia a San Felipe desde la propia baliza del castillo, refugio excepcional de pescadores.

Inmediaciones del castillo de A Palma, en Mugardos (foto: Mero Barral / Ferrol360)

Las visitas a A Palma son los viernes por la tarde, los sábados por la mañana y la tarde y los domingos por la mañana. Hay que ponerse en contacto con la oficina mugardesa de turismo.

Calle Real, en Neda (foto: Mero Barral / Ferrol360)

3. CASCO HISTÓRICO DE NEDA
De la actual avenida de Algeciras al pasado de Neda hay metros de distancia. Basta con atravesar la pequeña plazoleta de la casa consistorial y bajar sus escaleras. Divisamos su emblemática Torre del Reloj, adosada al Concello, y arrancamos una plácida ruta entre soportales, macetas y balcones a este periplo perfectamente peregrino.

Esencia de villa inmediatamente posterior a la Edad Media, con entradas a sus casas a un nivel por momentos diferente al de la propia calle. Es la estampa de la Real, en la que desemboca la Paraíso. Nuestro paseo acaba, superada toda la Real, en cruces de callejuelas, ventanales de aroma tradicional y esas puertas en las que apoyarse a eso de la cintura.

Calle Real, en Neda (foto: Mero Barral / Ferrol360)

Luego surge la Castro, que lleva casi sin querer a la mismísima orilla de la ría. Antes de la ribera, la iglesia de San Nicolás.

Plaza Real, en Pontedeume (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

4. PLAZA REAL (PONTEDEUME)
Pugna de forma amistosa con su vecina Cabanas por el reinado del turisteo estival en el Eume. La villa de los Andrade atesora historia, encierra patrimonio y aporta servicios y ofertas complementarias a las del municipio del que le separa su gran puente.

Con iglesia en honor a Santiago, evoca a la otra ciudad con ese nombre por su trazado, sus soportales o la propia tonalidad de sus edificaciones con más solera. El tiempo ha dado más empaque al Torreón, a sus jardines o al mismísimo mercado, remozado tras un tortuoso proceso.

Plaza Real, en Pontedeume (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Entre comercio veterano y calles de subida y bajada, emerge la plaza Real, con sus sillas y mesas ante el Concello como símbolo de un glamur que resiste desde hace décadas. Haya ruido o silencio, es el centro perfecto para que una cerveza o un helado hagan despertar buenos minutos.

Mirador de A Carbueira, en Monfero (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

5. MIRADOR DE A CARBUEIRA (MONFERO)
Hay estancias obligadas y As Fragas do Eume es una de ellas. El parque natural tiene varias referencias y diversas opciones, del paseo por el entorno de su centro de interpretación junto al río o el recomendable salto de lado a lado por alguno de sus pequeños puentes de película de aventuras.

Por supuesto, ascender la empinada cuesta al monasterio de Caaveiro y preguntarse a qué personaje se le ocurrió que un peñasco desde el que solamente se ve verde podía servir para asentar ese cenobio. Bendita mente. Pero As Fragas do Eume son mucho más, son el propio festejo de las bondades de su cauce.

El cañón del Eume visto desde el mirador de A Carbueira, en Monfero (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

El mirador de A Carbueira, todavía desconocido para algunos, es una atalaya única y proyecta la visión de un cañón fluvial imponente. Monfero, por cierto, tiene su oficina de turismo junto a su monasterio, de parada obligada.

Jardines del campus universitario de Esteiro (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

6. JARDINES DEL CAMPUS DE ESTEIRO (FERROL)
De vuelta a la cabecera de comarca, una recomendación que puede parecer curiosa. Con unos límites definidos, pero completamente abiertos al público en horario diurno, los jardines del campus universitario de Esteiro podrían unirse a la lista de parques o zonas de esparcimiento con encanto e historia en la ciudad.

Árboles con tanto que contar que acaban retorciéndose hacia el firme entre los inmuebles del antiguo Hospital de Marina, que ahora sirven de destino para escuelas, servicios y oficinas. Un entorno que aúna los edificios de nueva planta con los rehabilitados, la plazoleta desnuda ante la facultad de Humanidades o los remansos de calma cerca de la de Enfermería.

Jardines del campus universitario de Esteiro (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Nada que envidiar al Reina Sofía, el otro gran pulmón natural en pleno casco urbano.

Plaza de Armas, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

7. PLAZA DE ARMAS (FERROL)
Sí, hay que sugerirla. Si llevabas varios meses, como año tras año, sin venir, te habrán llegado fotos y fotos. También muchos comentarios. La plaza de Armas ha estado en boca de todos en los últimos años y no deja indiferente a nadie. Sencilla o incluso austera, la cascada de opiniones fluye hacia la unanimidad en lo positivo.

El porte que aumentará de sus árboles, poder cruzarla de lado a lado sin necesidad de escaleras o rodeos o su guiño al pasado en bancos, farolas o cartel anunciador. La reciente apertura de una cafetería invita a sentarse y mirar con otros ojos la poderosa casa consistorial.

Plaza de Armas, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Abrirán pronto un banco y una perfumería; ya no quedamos en Zara (ahora Dentix) como cuando éramos jóvenes, pero esta plaza es más nuestra que nunca.

Casa Antón, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

8. RUTA DEL MODERNISMO (FERROL)
El casco urbano de Ferrol tiene comercio, hostelería… y edificios que te obligarán a extremar las precauciones con tu cuello. Aquí se trata de alzar la mirada de manera constante.

La Ruta del Modernismo saca pecho por el legado de mentes como la de Rodolfo Ucha, que dejó para la historia inmuebles que pasarán desapercibidos en un día cotidiano, pero que son una exquisitez. Si vienes desde el puerto, quizá la Casa Antón estrene tu periplo. Es el costado bendito del colegio de las Discípulas.

Casa Antón, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Un poco más abajo, la mismísima Pescadería del mercado de A Magdalena; si mantienes la ruta por el casco histórico, el actual Hotel Suizo o la Casa Romero, de las esquinas más codiciadas en plena plaza de Galicia. Si se abre el apetito, la nueva cocina local de O Camiño do Inglés, Casalexo, A Barcia o Sinxelo te saciará.

Batería de Cabo Prior, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

9. BATERÍAS DE CABO PRIOR (FERROL)
El castillo de San Felipe es eje vertebrador de la riqueza litoral de Ferrol. Historia lejana y próxima en el calendario en el fortín que alumbra la candidatura local a Patrimonio Mundial, la encontrarás en todas las guías. Ayuda a conocernos mejor. Ahora bien, como visión alternativa que sugerimos, proponemos las baterías de Prior.

Junto al faro que evita despistes ante la costa de Covas, otro patrimonio que necesita aliento. Sitios de menos peso han sido recuperados en emplazamientos cercanos en el mapa. Son la resistencia del Ferrol de tiempos de guerra y sus posibilidades de senderismo son muy amplias.

Faro de Cabo Prior, en Ferrol (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Su entorno guarda resquicios que parecen desembocar en otro lugar del globo con un simple giro en el camino. Tantas posibilidades como las que en materia turística podría conllevar su vuelta a la vida.

Iglesia de Corveiro, en Cedeira (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

10. SAN ANTONIO DE CORVEIRO (CEDEIRA)
Todos tenemos nuestro santuario, nuestro remanso. No tiene que coincidir necesariamente con un templo, pero Corveiro ensambla ambos conceptos. Una cruz, una capilla y una panorámica para volver a equilibrar la balanza. Como si hubiésemos escalado la cima más alta, allí empieza todo desde cero. Es campo de fiesta, es lugar de encuentro de pandillas.

Su fiesta marca cada junio un simbólico arranque de los días con más luz, de las noches que no acaban de llegar. La comida y sobre todo la bebida riegan cualquier mal recuerdo. Suficientemente lejos de A Vila y bastante próximo a Teixido, el termómetro del territorio mágico. Punto de reflexión hacia la aventura de A Capelada y sus caballos en libertad.

Iglesia de Corveiro, en Cedeira (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Si poco antes has tomado el marraxo del Kilowatio o un vino en la Praza do Peixe, lo verás todo con otros ojos.

El río Castro, en el entorno de Naraío, en San Sadurniño (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

11. RIOLIMPO (SAN SADURNIÑO)
La Fervenza do Belelle está a escasos kilómetros y disfruta de merecida fama. Ahora bien, hay más piscinas naturales, pozas o como les queramos llamar capacitadas para abrirnos los ojos de par en par en Ferrolterra. San Sadurniño tiene una que te gustará, la de Riolimpo.

Puede ser el final idóneo para una ruta que arranque en el castillo de Naraío, recientemente rescatado de su paralizado proyecto de arreglo. En mejores condiciones desde comienzos de este mismo año, la fortaleza tiene un acceso más adaptado a las necesidades y una estructura metálica para llegar a una idílica vista panorámica en lo alto de la torre.

El río Castro, en el entorno de Naraío, en San Sadurniño (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

A la orilla del río Castro, que mece un plácido bosque en el que rodar la campaña de otoño de esos grandes almacenes en los que estás pensando. De postre, la traca final de su piscina para caer en las redes de la naturaleza. Tampoco falles al castillo de Moeche, con visitas libres y guiadas.

Uno de los pequeños templos de As Somozas (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

12. CAPILLA DE SAN ROQUE (AS SOMOZAS)
El estado de alarma encendió en muchas personas la bombilla de la vida rural. As Somozas es el espejo en el que se refleja ese estilo apegado al campo, a los largos caminos sin final aparente.

Al igual que en municipios limítrofes, el menos poblado de toda la comarca se ve salpicado en su territorio por pequeños templos que evocan una de las máximas de Galicia: la dispersión de sus viviendas. De cuando sus núcleos tenían más trasiego subsiste una red imaginaria de pequeños templos que
nos sumergen en las leyendas y las verdades tangibles.

Uno de los pequeños templos de As Somozas (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

San Roque, San Roquiño do Camiño, es uno de ellos. Un saliente de la carretera principal nos coloca casi sin pensarlo en una capilla a la que se acudía, ya lo supondrán, desde hace mucho para sortear los males con apoyo divino. Aquí yace la paz.

Puerto de Cariño (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

13. ZONA VIEJA DE CARIÑO
Un gran puerto, un sector de la conserva que aguanta los temporales y un casco viejo marinero, pero diferente a otros de su clase. En sentido descendente, con gama cromática en sus viviendas de aroma pesquero y la naturalidad de quien mantiene la vida espontánea en las calles.

Hasta el costado de la villa, un tablero para avanzar y retroceder y así no dejar oculta ninguna de sus virtudes. Cruces de caminos, la iglesia de San Bartolomeu ejerce de estandarte casi en su parte más elevada.

Puerto de Cariño (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Como buen lugar de intercambio de productos, la materia prima de excelencia reina en Marea, un restaurante de relieve que realza la nueva cocina desde lo tradicional. Aunque suene raro, las vistas desde el entorno del cementerio (y un poco más arriba si vas a Cabo Ortegal) son de postal.

Pinar de Morouzos, en Ortigueira (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

14. PINAR DE MOROUZOS (ORTIGUEIRA)
El Festival de Ortigueira tiene en el pinar de Morouzos su escenario paralelo. Cuna del culto hippie en el norte, en los días del Mundo Celta desborda libertad y estilismos que mezclan en una coctelera ideologías, gustos y culturas hasta convertir todo en un común amor por la música y el medio ambiente.

Entorno protegido, la senda romántica que empuja a una playa de arena recia se olvida en cuanto nos desviamos a una de sus márgenes. El bosque acoge sin que sean necesarias las tiendas de de cada julio folk.

Pinar de Morouzos, en Ortigueira (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Para qué quieres un establecimiento en el que acampar si ya está A Cabana do Fos a su entrada. Para chuparse los dedos como en las mejores comidas de verano de tu infancia.

Puerto de Espasante (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

15. ESPASANTE (ORTIGUEIRA)
Las dos caras de una moneda que siempre sonríe. Espasante, destino seguro y de turismo lento que en verano es ambiente garantizado. La esencia de su puerto resiste ante cualquier lacra sanitaria. Un núcleo con identidad propia aunque no sea el centro urbano de Ortigueira. Olor marinero y acceso principal que guía hacia la costa.

No le llega con una, está rodeado de tres playas: A Concha, San Antonio y Santa Cristina. Con apenas unas calles, tiene alojamientos, restaurantes o locales que marcan tendencia, como la terraza de A Escondida, centro de todas las miradas.

Entorno de Espasante, en Ortigueira (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Junto a San Antonio, un nombre propio en la comarca, el Orillamar, donde pescado y marisco se dan cita sin que se resienta la cartera. Aquí indultan al cerdo Antón, su vecino más exclusivo. El real goza en una finca y a unos metros está su réplica en estatua.

Porto de Bares, en Mañón (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

16. DIQUE DE BARES (MAÑÓN)
Nuestra comarca tiene el privilegio de marcar la línea divisoria con la provincia de Lugo, pero también la del Atlántico y el Cantábrico. Esta es imaginaria, pero se sostiene en un punto neurálgico: Estaca de Bares. El punto más al norte de toda la Península es casi territorio ignoto, salvaje.

O Barqueiro, la capitalidad del municipio de Mañón, es la postal ideal para el cuadro más bonito que pudiésemos pintar. Sin embargo, la tranquilidad es todavía mayor si tomamos la carretera al faro. Tras pasar la Vila de Bares, el verde se adueña del descampado y un Porto de Bares de película se aferra a su dique para arrebatar con historia y leyenda.

Faro de Estaca de Bares, en Mañón (foto: Raúl Lomba / Ferrol360)

Exótico con orígenes romanos, se suponían fenicios, de su muelle. Desde el aire, pueblo y playa son una concha perfecta, un abanico de azules verdosos. Qué más se puede pedir.

Un comentario

  1. ¡Fantástica información! Enhorabuena.

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