FERROL360 | Lunes 12 junio 2023 | 21:43
El sindicalista Pablo Fragoso, condenado por «ultraje a la bandera» en el marco de la protesta ante el Arsenal militar de Ferrol del personal laboral de Cleanet en 2014, ha comparecido este lunes en el local de la CIG junto a su abogado, Roberto Bouza, para valorar la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo contra España por violar el derecho a la libertad de expresión del delegado sindical.
Junto a Fragoso y su letrado han estado el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, y el secretario comarcal, Manel Grandal, recordando aquella jornada de hace nueve años en la que habría gritado que «esa puta bandera ímola queimar». Ahora, considera que el fallo de Estrasburgo supone «un descrédito evidente para o sistema xudicial español nas distintas instancias» y que corrige las emitidas contra el delegado para «amedrentar e criminalizar a protesta».
Carril ha denunciado que hubo una actuación «desproporcionada» de la justicia al haberle dado más importancia, tal y como se recoge en la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Ferrol, a que los militares estaban en el momento de la protesta participando en el izado de la bandera española y se habrían podido sentir «humillados», escribiendo el Almirante del Arsenal un informe que fue enviado a la Fiscalía ferrolana, quien actuó de oficio.
Fragoso fue juzgado en Ferrol en febrero de 2017 y condenado al mes siguiente por un delito de ultrajes al Estado español, una condena de una multa de 1.260 euros que ratificó la Audiencia Provincial de A Coruña en febrero de 2028. Más tarde, llegaría el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que en 2020 mantuvo en suspense la pena. En concreto, el delegado habría clamado contra «o silencio da puta bandeira» y aseguró que la iban a quemar, en el marco de la protesta.
El Constitucional emitió sentencia condenatoria sin unanimidad de los 11 magistrados, dando pie a la defensa a elevar la demanda a Europa. Entiende Bouza que el fallo del TEDH dando la razón a Fragoso determina que «o Estado español vulnerou os seus dereitos fundamentais» y el delegado, por su parte, ha acusado al Almirante, en aquel momento Manuel Garat Caramé, de una «vendeta» para amedrentarle por no estar «na mesma liña ideolóxica».