Ferrol360 Un giro a la actualidad comarcal.
M. CORRAL | Ferrol | Martes 23 mayo 2023 | 23:55
Menos mal que queremos mucho al Racing de Ferrol y el enfado se nos pasa rápido, pero lo cierto es que las más de 300 personas que se quedaron a las puertas de poder comprar las entradas facilitadas a los abonados desde el club han tenido días mejores que este. Algunos, después de nueve horas, vieron cómo le colgaban el cartel de lleno en sus fuciños, cuando acariciaba ya la cristalera de la oficina, y eso bonito no es.
Las taquillas abrieron a las 10:00 horas, pero desde las siete de la mañana de este martes se han venido sucediendo en las redes sociales imágenes de socios apostados en la puerta. A las 17:45, casi ocho horas después, el Racing notificaba que lo había vendido todo para el partido del sábado a las 19:30 horas contra el Celta B. Había anunciado el día antes que los abonados podrían comprar dos entradas a precio de amigo y otras tres más sin descuento.
La cola avanzó a un ritmo tan lento que todos los que pasaron más de una hora en ella han salido con amigos. Yo, sin ir más lejos, hice dos: una chica que se reconoció en la foto que acababa de subir yo a Twitter cuando llegué, para poner la conachada de que era la última de la fila, y otra señora de setenta y pico años que resultó ser la abuela de la periodista ferrolana Rebeca Cordobés. Juntas nos guardamos el sitio, rajamos, nos prestamos apoyo y nos contamos historias.
Se sucedieron durante las cinco horas que servidora estuvo en la cola, entre las 12:00 y las 17:00 horas, todo tipo de situaciones maravillosas, que siempre hay que ver el vaso medio lleno. Los móviles en la mano con el Twitter del Racing para cantar en directo las zonas del estadio que se iban agotando, el paso de las cuatro estaciones con momentos de vendaval y de calor máximo, los cafés y las cañas, el saludo de Parralo y los jugadores cuando pasaron en sus coches, los tuppers y las bolsas del Burger King y la rumorología. Porque los salseos de la fila han sido muchos.
La mayoría, la verdad, indignantes. Que si unos tuiteros difundieron el bulo de que se habían acabado en Fondo Sur ya a las 11:00 y luego el Racing no lo confirmó hasta las 14:30, que si había gente dedicándose a lanzarles sus abonos a los colegas de abajo a arriba en la zona del rocódromo para que les comprasen las entradas saltándose la cola, que si ha habido gente llevándose 300 entradas del tirón, que si estaba habiendo reventa de carnés y entradas…
Cada información nueva golpeaba con el mazazo de la constatación de que nos íbamos a quedar sin comprar entradas, sin una de las más de 7.000 a la venta. Y es que la mayoría de la cola, al menos en mi zona, estaba llena de abonados, ojo. Gente que quería, mucha de ella, coger las entradas para niños, por ejemplo. Con el cartel del fin de existencias, que a mí ya me pilló en casa por poco, permaneció la ilusión por ver ganar al Racing el sábado, pero también el deseo de que haya una mejor organización aunque, eso sí, todo el mundo valoraba el marrón que se ha comido el equipo de trabajo del club. Benditos y benditas sean.
