RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Martes 30 diciembre 2014 | 13:34
Tras un pleno teñido de cierta polémica por los cruces dialécticos entre el edil Borja Carro y miembros de la oposición, Izquierda Unida se ha posicionado en rueda de prensa sobre algunos de los temas abordados en la sesión. Su portavoz municipal, Javier Galán, ha mostrado, como en la propia junta, su «máxima indignación» por el proceder del gobierno sobre el contrato de recogida de residuos.
Ante las afirmaciones de Carro, que ha afirmado que era «mellor que seguíramos coa careta», ha afeado al PP que «siga mantendo a careta do franquismo» y les ha acusado de ausencia de «argumentos». La coalición de izquierdas reitera sus quejas por el escaso margen temporal del que han disfrutado para analizar la iniciativa del Concello, en plenas fechas navideñas, algo que ven como una «tomadura de pelo».
Galán ha estimado «necesario» que la oposición adopte medidas ante el talante popular. De la formación conservadora ha añadido que sus miembros están propiciando una «carreira por chegar ao mes de maio inaugurando obras», indicando que «todo o que plantexaron ante notario» en las pasadas municipales era hipocresía para hacerse con el favor del electorado.
Contrato
Jorge Suárez, de la cúpula local de IU, ha censurado el «desleixo» del Ayuntamiento y ha reseñado que se preparaba «de forma oculta dende abril» el nuevo contrato de residuos. Se ha mostrado «radicalmente en contra de ceder a grandes multinacionais» estas prestaciones y ha sostenido que los cerca de «7 millóns de euros» de «cantidade cedida directamente» a la nueva concesionaria deberían destinarse a mejorar el servicio.
La formación detecta una «hipoteca para a veciñanza» y pide un «estudio rigoroso» de acuerdo al paulatino cierre de comercios o la pérdida de población en la ciudad. Suárez ha aventurado que «este contrato está teledirixido para que Urbaser repita», señalando que la empresa acumula inspecciones laborales en su contra, por lo que estima que se debería decretar su «incapacidade».
A su juicio, el «Grupo ACS» tiene «máis poder que o propio grupo municipal» y se está «levando todas as concesións» del consistorio. Ha matizado que si IU entra en el gobierno local, algo de lo que ha dicho estar convencido, se va a «auditar ata o último euro» y se remunicipalizará el servicio.