Juego de Tronos

Alejandro Hontalvilla | De quen vés sendo? | Martes 7 abril 2015 | 19:57

Pasó el día, pasó la romería y un año más toca hacer balance sobre la Semana Santa y todo lo que conlleva. El tema sin duda da para largo, surgen opiniones variopintas a la hora de preguntar a la gente, existen verdaderos detractores de la festividad, así como firmes acérrimos a la misma.

Probablemente, la dificultad a la hora de alcanzar consenso entre unos y otros sea el carácter religioso de las celebraciones. Y es que si el debate no surge en la urbe, donde la pasión por la Semana Santa se refleja en forma de emotivas procesiones que discurren a través de calles trazadas de la manera más lógica posible, ¿dónde sino iba a surgir? O lo que es aún más importante, ¿De qué hablaremos mañana si no en el bar cuando volvamos a ver las mismas caras de siempre y no esas caras desconocidas y nuevas que por unos días trastocaron nuestra rutina?

Sin duda esta Semana Santa será para recordar, ya no por el simple hecho del buen tiempo que por suerte nos acompañó en los días grandes de la misma si no por la llegada de un nuevo vecino, “Capuchoncito”, justo después de que el INE nos sitúe ya por debajo de los 70.000 habitantes.

La inauguración de la estatua valorada en unos 20.000 euros sirvió como pistoletazo de salida para todo tipo de críticas. No sin razón, no hace falta más que darse una pequeña vuelta por la ciudad para darse cuenta que ese dinero podría haberse invertido en otras cosas. Hablando de dinero, otro tema que causa revuelo es el de las subvenciones a las cofradías. ¿Excesivas? ¿Escasas? ¿Innecesarias? ¿Injustas? Depende a quien se le pregunte responderá una cosa u otra.

Lo que no da lugar a debate alguno es que la Semana Santa es sin lugar a dudas la semana más importante en Ferrol y espero no se me malinterprete, dejando a un lado la creencia, ya que si de algo no va el texto, es sobre religión. Si nos centramos en las cifras económicas, la Semana Santa es el acontecimiento más importante no solo en Ferrol sino en toda la comarca.

Todavía es pronto para realizar un sondeo global sobre el volumen de turistas que han visitado la urbe en estos días. Hoteles como el Suizo, el Gran Hotel, el Almirante o el Parador han tenido que poner el cartel de completo y a ellos se han ido sumando otros tantos.

Todavía no somos conscientes del verdadero impacto que produce la Semana Santa en la ciudad, más allá de pernoctaciones, aún no se ha realizado un estudio que refleje de forma fiel lo que se denomina en economía efecto multiplicador y que en el caso del turismo, consigue llegar a muchos sectores de la economía, algo que realmente beneficia a Ferrol.

Que nuestra Semana Santa haya sido declarada de Interés Turístico Internacional, no es más que otro de los alicientes a la hora de potenciar el turismo en estas fechas, aprovechemos pues la oportunidad y no nos centremos en discutir sobre la religión.

Que el que quiera se emocione durante el Santo Encuentro bien sea por su devoción o porque como muchos otros, eso significa que sus vacaciones llegan a su fin y para el que no soporte las procesiones, que no se preocupe, que son solo unos días. Y mientras tanto, disfrutemos todos de los rayos de sol paseando por la Calle Real, dónde por una semana, el vacío de los locales lo llenan las personas.

Desgraciadamente, el turismo no puede ser la solución a la situación actual, sin embargo, ¿por qué no puede ser nuestro mejor escaparate y nuestro más firme apoyo? No sé qué opinarán en el bar, lo propondré mañana que estará todo más tranquilo, tenemos tiempo de sobra hasta que venga el sol y nos pasemos a la terraza, hasta que venga el verano, hasta que vuelvan los de fuera.

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