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FERROL360 | Lunes 12 febrero 2018 | 16:32
La carretera AC-862 se cerrará este próximo jueves al tráfico en las inmediaciones de la central térmica de Endesa para que se realicen las obras necesarias en las instalaciones industriales de cara a adaptarlas a la normativa europea de emisiones, explica la Xunta de Galicia.
La funcionalidad de la carretera se sustituirá por un trazado en variante que se está proyectando y cuyo coste asumirá la empresa energética. El proyecto constructivo está en fase de supervisión técnica y se prevé que en las próximas semanas comience el procedimiento expropiatorio para después licitar las obras, en las que se invertirán 3,5 millones de euros.
El plazo total de la actuación es de 18 meses, según la Xunta, que avanza que se señalizarán debidamente los itinerarios alternativos de acceso al núcleo de As Pontes. La particularidad de las obras en la central hacen que necesite un trecho de la carretera autonómica que cruza las instalaciones y sale hacia Penapurreira y a la autovía AG-64 dirección Ferrol.
Dicen desde el Gobierno gallego que esta actuación «é clave para o futuro dunha empresa estratéxica para a vila, xa que lle permite acometer as transformacións necesarias para ser menos contaminante e cumprir coa normativa comunitaria sobre emisións industriais, o que lle posibilita poder prolongar a vida útil das súas instalacións e manter a actividade nas Pontes máis alá do ano 2020».
En paralelo se ejecutarán una red de sendas de 2,5 kilómetros que garantizarán la movilidad sostenible de los vecinos con métodos alternativos a la utilización del coche, para pasear o ir en bici. Además habrá un nuevo aparcamiento disuasorio en las inmediaciones de la Fundación Axencia Enerxética que estará comunicado también por sendas.
Críticas a la actuación
Ante el inminente cierre de la vía, Xunt@s por As Pontes critica que lo haga antes de estar adjudicados los trabajos y el proyecto aprobado. Además, observan que en los presupuestos de la Xunta para este 2018 solo se dedican 500.000 euros de los 3,5 millones totales, y se estima que las obras acaben en 2020.
Con todo, se preguntan que si no se tratase de Endesa la Xunta asumiría cerrar «unha arteria fundamental de comunicación da nosa vila sen ter outra alternativa que soporte a gran cantidade de tráfico que circula por este tramo», preguntándose además si «está actualmente o centro da nosa vila adaptado para recibir esta cantidade de tráfico».
«Endesa neste Concello sempre fixo o que lle deu a gana e ninguén lle esixiu ningún tipo de responsabilidade. Con este goberno local do PSOE e, como vemos tamén coa Xunta do PP, no canto de que a empresa deixe beneficios no pobo parece que somos os ponteses e pontesas as que temos que poñer cartos e agora tamén a nosa propia seguridade para que o seu negocio vaia ben», concluyen.
