FERROL360 | Viernes 11 enero 2019 | 18:41
Dignidad, la entidad social ligada a la Iglesia Evangélica que posee varias tiendas solidarias en Ferrol, así como casas de familia donde tutelan a menores, y que gestiona además servicios municipales como el centro de mayores de la calle Río Xuvia o el programa Pro Infancia, ha sido cuestionada por uno de sus trabajadores debido a actitudes «improcedentes».
Tal y como ha adelantado Europa Press, un extrabajador, psicólogo de la entidad, ha presentado un escrito en el Registro del Concello de Ferrol reclamando que «se abra una investigación en la entidad Dignidad». En concreto, la denuncia está relacionada con la puesta en marcha del programa Pro Infancia, del que participa la Xunta, el Concello y la Fundación La Caixa, pero que está ejecutado por la asociación.
El denunciante asegura que es necesario «proceder a la protección de los menores y familias en situación de desamparo que se hallan en situación de extrema vulnerabilidad, situación susceptible de ser aprovechada por entidades como la descrita». En su documento, que entró por Registro el pasado día 8, el psicólogo -que trabajó para la entidad desde septiembre de 2017-, asegura que vivió situaciones poco éticas en su trabajo.
Obligados a ser evangelistas
«Conductas de la entidad hacia los menores absolutamente improcedentes y poco éticas, como la coacción para profesar la religión evangélica, el llevar a los menores a las casas por parte de personas no siempre formadas» o «el ocultar cuestiones de enorme gravedad sufridas por los menores».
Centrándose en el programa Pro Infancia, el denunciante sostiene que «las entrevistas a las familias deberían de hacerse en el centro destinado a tal efecto por el Ayuntamiento, la Casa Solidaria, pero se realizan en la tienda de ropa que Dignidad tiene el barrio de Canido, vulnerando así el derecho a la intimidad y protección de datos de los menores y sus familias».
También ha puesto sobre la mesa la mezcla de «roles de diferentes acciones de Dignidad, con confusión a las familias de las exigencias para obtener alimentos del Banco de Alimentos» y «un trato vejatorio a familias interesadas en el acceso al programa».
Inacción del Concello
El psicólogo asegura que todas estas apreciaciones las había puesto con anterioridad en conocimiento de la edil de Benestar Social, Saínza Ruíz, delante de técnicos municipales, pero nadie actuó «ante las graves irregularidades detectadas».
El hombre, que ha dimitido de su puesto como psicólogo de la entidad «sin perjuicio de la acciones de procedan al no querer ser cómplice de las mismas», también alertó a la dirección de la asociación en Galicia, pero obtuvo la callada por respuesta.
Ferrol360 se ha puesto en contacto con varios extrabajadores de Dignidad, tanto de sus centros de Ferrol como de A Coruña, y avalan la versión del denunciante, asegurando que este tipo de prácticas se llevan a cabo desde hace años sin que nadie haga nada al respecto y «dándoles subvenciones públicas».
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