MARTA CORRAL | Ferrol | Viernes 25 noviembre 2016 | 9:31
Los guerra civil por el trono de Inglaterra entre miembros y partidarios de los Lancaster y los York, que duró desde 1455 a 1487, acabó por denominarse la Guerra de las Dos Rosas porque ambas casas tenían como emblema esa flor, herencia del Romanticismo.
Este jueves en el pleno de Ferrol asistimos a un nuevo capítulo de la batalla que se está librando en el seno del socialismo ferrolano donde también existen dos rosas enfrentadas, dos maneras de entender una filosofía de partido que se antojan irreconciliables y que parecen haber sido dejadas a su suerte por aquellos que debieran dirimir razones.
Después de que el PSOE, capitaneado por Beatriz Sestayo, sacase adelante una enmienda con ayuda del PP para adjudicarse una dedicación más y dejar sin ella a una de las concejalas díscolas, María Fernández Lemos, abría el turno de mociones el polémico texto presentado por los socialistas para buscar consenso en torno al Pacto Antitransfuguismo.
Era Tito Pena, actual presidente de honor de la Agrupación Socialista de Ferrol, el que tomaba la palabra a sus 87 años para hacer un alegato a favor de la «democracia» y la representatividad de los 6.014 votantes que apoyaron al PSOE en las elecciones locales, para que se «respecte a súa vontade». En la misma línea Sestayo reclamó esos votos que ahora están en manos de las «tránsfugas», que a su vez los han puesto a los pies de Ferrol en Común.
La palabra pasó a una Rosa Méndez más dura que nunca, dirigiéndose directamente a la portavoz socialista para decirle que «non ten capacidade ningunha para decidir quen é tránsfuga» y acusándola de tener «moita présa» para que se formalice la acusación por parte de la Comité designado.
Cortando cabezas
«Se puidera levarnos ao cadalso nos levaba», afirmaba Méndez, hablando de «cabezas cortadas», un extremo que indignó a Sestayo, manifestando su protesta por el tono del debate en varias ocasiones. Pero la edil de Patrimonio Histórico siguió con su relato, acusando a la portavoz de «machista» y reiterándole que «as nosas actas seguen estando no noso poder, non estamos usurpadas por ninguén».
Estupefacta por lo que llamó «o pacto da vergonza», en relación a la pinza de PSOE y PP por las dedicaciones, Rosa Méndez abordó como nunca antes lo había hecho la situación del grupo municipal socialista antes de la ruptura, asegurando que la situación «se foi deteriorando ata límites que non se podía respirar».
Pero «o punto de non retorno» fue la pretensión de retirarle las competencias a Fernández Lemos en plena campaña electoral, afirmó. «A partir de aí toda a situación se distorsiona, o grupo era un inferno», explicó Méndez, enumerando algunos de los puntos que recogió en el expediente que remitió a Ferraz: incumplimiento del reglamento de cargos públicos y del código ético, supuestas «malas prácticas» por parte de Sestayo, falta de transparencia y «presións» a otros ediles socialistas.
Los otros grupos en ponen la armadura
Mientras la portavoz del PSOE prefería no enfangarse ni meterne «no lixo», la crispación se trasladó a las bancadas de los otros grupos. Con Ana Rodríguez Masafret, de Ciudadanos, pidiendo «pasar página», el BNG en boca de Iván Rivas exigía dejar de hacer de este tema «o principal debate político da cidade» y se enzarzaba con los populares.
«Cren que teñen dereito a impoñernos aos demais as cuestións», dijo Rivas pidiendo «respecto», asegurando que los populares «son incapaces de asumir diverxencias» para finalizar con una frase al más puro estilo Willian Wallace: «Podemos perder as votacións, pero nunca nos van a poder calar», sentenció.
Enfrente, el edil popular Guillermo Evia, que se había mostrado indignado ante las palabras del nacionalista durante su alocución, le espetó que «no me va a enseñar usted lo que es el respeto», escapándosele incluso un «coño», visiblemente enfadado ante la afirmación de Rivas de que los populares les habían llamado «terroristas»: «Usted viene aquí a provocar al PP, dígame cuando llamé a alguien del Bloque terrorista», increpó el exconcejal de Urbanismo.
La Guerra de las Dos Rosas se había trasladado, indudablemente, a casi todos los grupos políticos del pleno ante el estupor de periodistas y público. La portavoz popular, Martina Aneiros, echó más leña al fuego dirigiéndose a Rivas para apuntar que «se equivoca de rival político» y recriminarle que «tiene el punto de mira en el PP», antes de decirle a Rosa Méndez que los populares «no somos culpables de los problemas de su partido».
Guerrillas
El portavoz de Ferrol en Común, Álvaro Montes, entró también en escena pronunciando una crítica muy dura hacia la gestión de Sestayo, asegurando que para la opinión pública sintió un «alivio xeralizado» con la ruptura del bipartito y reiterándole que ella es la responsable de estar «na segunda fila desta bancada».
«Neste plenario trabállase para mellorar Ferrol», dijo Montes en varias ocasiones, dejando caer una supuesta mala praxis de los socialistas: «Podía dicir exemplos, como cando os veciños de diferentes barrios, dependendo que de asociación de veciños sexan, quedan sen campamentos de inverno», acusó el portavoz, echándole en cara a Sestayo el anuncio de la «escola infantil pantasma de Porta Nova» o el «timo da estampita aos comerciantes» que supuso a su juicio la contratación de las luces navideñas del pasado año.
Sestayo, por su parte, rebatió a Montes achacándole aislamiento con respeto al resto de los miembros del Gobierno: «Xa sei que vostede non ten moita información, pero iso o soluciona vostede. Non imos entrar no lixo para que non se debata», concluyó.
Con todo, tras un debate que dio cuenta de todo tipo de derroteros, con los únicos votos en contra de los ocho ediles del Gobierno, la moción sobre transfuguismo salía adelante, aprobándose la condena del pleno a este «fenómeno de deslealdade política e alteración da vontade democrática saída das urnas», asumiendo el Pacto Antitransfuguismo y la voluntad de adoptar medidas para que la Corporación «reflicta fielmente o resultado electoral». Veremos en qué se traduce en la práctica el acuerdo.
El pleno de anoche fue, simple y llanamente, vergonzoso para esta ciudad y su Historia. Animo a todos los ferrolanos y ferrolanas a que lo vean en TV o en internet para ver qué clase de gobierno tenemos, qué oscuro pacto firmaron en su día, engañando a la ciudadanía, y que esperpento se produce constantemente en la Casa de Todos, mientras la ciudad se muere cada día un poco más. Seguro que, una vez visto, más de uno/una se lo pensará mejor la próxima vez antes de votar.