M.C. | Ferrol | Domingo 4 febrero 2018 | 17:38
Mientras los hombres echaban largas horas de asambleas en la factoría o de reivindicación en las calles. Mientras ellos pasaban sus días en el presidio -alguno sin poder salir, ni siquiera, para ir a enterrar a su hijo-. Mientras había niños y niñas que crecían sin padres, sus madres se inyectaron una buena dosis de valor para no agachar la cabeza y recordarles quién era el enemigo.
El papel de aquellas mujeres compañeras de los trabajadores que protagonizaron la lucha del marzo del 72 permanece silenciado todavía, aun con iniciativas como la que el pasado año promovió Izquierda Unida, poniéndolas a ellas y a la abogada Cristina Almeida -defensora de algunos hombres encausados por los sucesos-, en el lugar histórico que se merecen.
Ellas lucharon juntas, a su manera. Llegaron a compartir pisos y lágrimas. Criaron juntas a sus hijos para que las ausencias no marcasen de por vida. Y, sobre todo, tuvieron siempre claro que aquello que había llevado a sus compañeros a las cárceles era motivo de orgullo y dignidad de clase. A pesar de las miradas que, con toda seguridad, tenían que procesar a diario. A pesar del miedo.
Ahora, la Concellería de Muller del Concello de Ferrol, que dirige Saínza Ruíz, quiere «facer xustiza» al papel crucial que estas mujeres desempeñaron y las ha propuesto en el Consello Sectorial da Muller para que sean las premiadas con motivo del Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo. La propuesta, apunta el consistorio, ha sido bien acogida y permanece por el momento a la espera de la aprobación en la comisión del área.