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RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Domingo 20 septiembre 2015 | 09:54
Cualquiera intuía que no iba a ser sencillo, pero se demostró desde el arranque que el trabajo requería de un esfuerzo inédito. Javier Gómez Noya inició su participación en la gran final de las Series Mundiales de triatlón en Chicago dentro del grupo de cabeza en el segmento de natación, pero la ventaja de Richard Varga fue evidente desde el primer segundo.
Los 1.500 metros a nado finalizaban con el ferrolano por debajo del décimo puesto y Varga liderando con 00:16:18. Los Brownlee, Mola y Luis, grandes rivales de Noya, estaban al frente de la prueba al salir del agua, situándose el campeón mundial varios segundos por detrás. La carrera en bici asistía al poderío del gallego, con sucesivos intentos de su grupo por recortar distancias.
Lo lograba de forma parcial Gómez Noya, noveno al concluir la primera vuelta con únicamente 4 segundos de desventaja ante el primero, Aaron Royle. Ganaba un segundo en la siguiente ronda y otro más en la tercera por un duro circuito que el de Ferrol supo afrontar dosificando sus armas en los instantes adecuados.
La máxima igualdad reinante en cada centímetro de trayecto situaba a continuación al gran aspirante por debajo del décimo puesto y a Richard Murray al frente de un grupo que buscaba alcanzar al cabecero. Presentaron más peligro del esperado los Brownlee, tradicionales contendientes de Noya, que eligió guardar fuerzas para esperar al desgaste de los rivales.
Trayecto a pie
El trayecto a pie guardaba el pasaporte a la historia del deporte para Gómez Noya, 10 kilómetros determinantes. Accedió a ese trecho desde una posición óptima al culminar el de bicicleta, mostrándose inasequible al desaliento al poner en marcha sus piernas. En cabeza, con Murray y Mola pisando sus talones, aspirando sin dudarlo al primerísimo puesto.
Con un enemigo menos por la paulatina salida del pelotón de Vincent Luis, Aaron Royle era el último invitado. Mario Mola pisó el acelerador y obligó al estirón vital de Noya, dejando como legado un acercamiento a meta delicioso, vibrante. El espectáculo de dos competidores de prestigio al límite de sus posibilidades.
A una distancia de vértigo con respecto al resto, Javier Gómez Noya se hizo otra vez, pero como nunca antes, con una página dorada en la historia del deporte. Un arreón final parecía llevarle a doblegar a un brillante Mola, pero este se alzó con el primer puesto (01:44:54) con 4 segundos de ventaja.
La excelente temporada le reporta al ferrolano un quinto campeonato mundial que le convierte en leyenda. Retiene 4.930 puntos, por 4.795 del propio Mola, al rematar esta gesta.
