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Los 30 años de Spot, la tienda decana del surf en Ferrol que resiste desde Ultramar

Rosalía y Arturo en la entrada de Spot, situada en la calle Ponzos número 54 (foto: Ferrol360)

MARTA CORRAL | Ferrol | Lunes 3 abril 2023 | 13:15

Hubo un tiempo en el que los que fuimos adolescentes en el Ferrol de los noventa hacíamos cola el día de San Julián para llegar de primeros a las rebajas de Spot a sabiendas de que no éramos nadie sin nuestros jerséis Rip Curl, nuestra sudadera Billabong o la cazadora Quiksilver. Éramos entonces una tribu de surfeiros de tienda que no había cogido una ola en su vida. Ahora, esta mítica tienda sopla sus primeras 30 velas resistiendo desde el barrio de Ultramar.

Arturo Cortizas impulsó la primera tienda de Spot en el número 54 de la calle Ponzos en 1993, «cuando ni siquiera tenía salida y llegaba aquí el muro de las Mercedarias, tampoco estaba este edificio», recordaba el pasado viernes junto a su hermana Rosalía, que creció entre muestrarios y ferias en campeonatos de surf y finalmente se unió al proyecto formalmente hace unos 20 años. Los dos me reciben mientras la clientela no deja de entrar: «Es complicado prever las horas en las que va a haber más o menos gente», señalan.

Estos días, para celebrar el 30 aniversario, tienen descuentos del 15 al 40 % en textil y equipamiento deportivo, así que tanto sus clientes más fieles como aquellos que quizás nunca les habían visitado, no están desaprovechando la ocasión. Arturo tenía 25 años cuando levantó la persiana junto a su primo, su socio en aquel momento, animados porque el local era de su familia: «Había estudiado Empresariales, había hecho el servicio militar, y fui a lo fácil. Éramos aficionados al surf y al windsurf, así que tiramos primero por ahí y por el body y el skate, pero poco tiempo después el surf despuntó más», recuerda.

«Justo abrieron en mi 1º de BUP y me acuerdo de estar repartiendo panfletos de la inauguración en el instituto», añade Rosalía, confesando que sí era un puntazo ser la hermana de Arturo el de Spot aunque a Arturo el de Spot esta fama no le gustaba especialmente: «A mí en Ferrol no me veían más que trabajando, de fiesta cero. Me iba a Coruña, Santiago, Gijón…», apunta mientras saluda a un cliente con canas incipientes del que su hermana, en voz algo más baja, me cuenta con orgullo que «viene desde pequeño».

En aquel momento estaba AquaSurf en la calle María y Kowabunga en al calle Arce como únicos puntos de venta de tablas y trajes, además de Leder que, rememoran, «no tenían material de surf, pero sí mucho textil». Tres años después, con un primer negocio despuntando, Spot abrió en la calle María una tienda icónica, muy próxima a Amboage, que mantuvieron hasta el 2013: «A finales de los 90 y principios de los 2000 hubo un auténtico bum en el que fueron hasta once los establecimientos especializados en Ferrol».

Recuerdan nombres como Tribu, Kualoa, Kirra, A Duna o H2O, además de la franquicia de Quiksilver: «Hubo un momento en el que, aunque no se vendieran tablas, el textil estaba muy de moda», precisa Arturo. Actualmente, nos cuentan, mantienen a muchos clientes de las primeras épocas «que eran adolescentes y ahora ya traen a los pibes» y también gente más joven «que no tienen la misma fiebre que se tenía con la ropa, pero que practican el deporte y compran los trajes, las tablas…».

El trato personal, precisamente, es lo más valoran y lo que más les gusta, creando vínculos entre la clientela: «Arturo hasta cuidó de mi perro», dice el cliente que venía desde pequeño mientras se prueba unas sudaderas, señalando al bóxer que le esperaba en la puerta. «Incluso la gente que vive fuera y vuelve en Navidad, Semana Santa o verano siempre para aquí para vernos y cambiar el armario», valora Rosalía. Ambos destacan que tras la pandemia han sido muchos los que han regresado también a la práctica del surf.

«Por todo esto nos gusta más la tienda física, que te permite tratar con la gente, charlar, asesorar», valoran. Eso sí, como una cosa no quita la otra, cuidan mucho sus redes sociales, de las que se encarga Rosalía. «Hay que estar ahí y procuramos dar publicidad a todas las cosas que tenemos en la tienda a través de Instagram y Facebook, pero no queremos meternos en una tienda online a pesar de que podemos hacer algún envío y responder dudas, claro», indica.

En estos 30 años, la tienda decana de surf en Ferrol, ha conseguido además la difícil tarea de mantener sus marcas de cabecera a pesar del paso del tiempo y los cambios en el negocio: «Las colecciones han cambiado un montón. Date cuenta de que al principio solo había prendas de hombre y las chicas se ponían ropa de chico, por ejemplo. Ahora vuelven un poco las serigrafías de aquella época, los logos tradicionales, que están teniendo mucho éxito».

¿Qué ha cambiado en el comercio de Ferrol estas tres décadas? «Cada vez hay más bajos vacíos, comercios de toda la vida que ya no existen… Han cambiado los modelos de consumo, las costumbres. Las rebajas de enero eran un furor. Antes de abrir la tienda, ya estaban esperando aquí o en María en el Marqués. Ahora con el Black Friday, la época de Navidad no es la más fuerte. Todo se ha perdido un poco», enumera Arturo.

Añade, más en positivo, que «lo que sí ha cambiado a favor es el tema del turismo. A lo mejor hace unos años el surfista extranjero, europeo, venían y tenían menos dinero, así que compraban por necesidad o regateaban una tabla, un traje. Venían descalzos a comprar unas chanclas. Ahora vienen con dinero, sobre todo alemanes, austriacos y suizos. No miran el precio y algunos, si vuelven, nos visitan». ¿Y qué dicen de Ferrol? «Les encanta, dicen que es un paraíso para la práctica del surf y que somos muy acogedores».

Les pregunto si les ha influido la apertura de superficies como Decathlon y niegan: «Las marcas que tenemos tienen precios muy competitivos, no es como antes. Si quieres un traje un poco bueno, aunque sea de un sitio low cost, acabas pagando lo mismo que pagarías aquí y la gente se ha dado cuenta, así que muchos vienen directamente a nosotros», confirman. ¿Todavía tenéis carrete para seguir cumpliendo años en Spot? «Nosotros sí, pero debe colaborar la clientela. Un poco menos de Amazon y más comercio local, porque las tiendas pequeñas no podemos competir más que en la atención directa», reivindica Rosalía. Ahora nos toca a nosotros recoger el guante. ¡Larga vida a Spot!

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