FERROL360 | Martes 28 septiembre 2021 | 22:41
Personal municipal del Concello de Ferrol ha retirado en la tarde de este martes la escultura Toros Ibéricos del pedestal que ocupa en uno de los laterales del Palacio Municipal, en la plaza de Armas. La escultura ha tenido que dejar temporalmente su ubicación debido a un acto vandálico.
Se desconoce cuándo se ejecutó dicho acto, pero en torno a las 18:00 horas fueron varios los transeúntes que cayeron en la cuenta de que la escultura estaba inclinada sobre la piedra que la sostiene. Salía en ese momento del consistorio el alcalde, Ángel Mato, y tomó la decisión de retirarla para evitar males mayores.
Toros Ibéricos fue separada del pedestal para guardarla en el interior del concello a la espera de repararse. No obstante, fueron varias las personas que se percataron después de su ausencia sin saber lo que había sucedido y trasladaron su preocupación al edil de Ferrol en Común, Suso Basterrechea.
El exconcejal de Cultura acudió a la plaza a comprobar que la escultura no estaba en su sitio y publicó varias fotos del pedestal vacío en sus redes sociales. En cuestión de minutos, fuentes municipales le explicaron lo que había sucedido y tiempo después el propio Mato compartía una imagen de la estatua a punto de desprenderse, tal y como la habían dejado los vándalos.
Aseguraba Mato que se trataba de una «lamentable actuación de vandalismo con una de las mejores esculturas que tenemos en la ciudad» y se mostraba esperanzado en «reponerla a su estado original a la mayor brevedad posible», añadiendo un contundente «¡así no!» dirigido, sin duda, a quien o quienes habían maltratado el patrimonio de todos.
Cabe recordar que la escultura Toros Ibéricos, que primero estaba situada en el lateral de la calle Rubalcava y cobró protagonismo en la nueva plaza, es una obra del escultor toledano Alberto Sánchez que fue donada por la Fundación que lleva su nombre a través del Ateneo Ferrolán en el año 1979.
Sánchez, republicano comprometido que falleció en Moscú en 1961, se codeó con Picasso, Alexander Calder, Julio González y Joan Miró en el mítico Pabellón de la República Española que formó parte de la Exposición Internacional de París en 1937.
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