RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Domingo 6 abril 2014 | 14:54
No pudo dejar mejores sensaciones el nuevo portero del Racing de Ferrol pese al exiguo empate del cuadro verde en la mañana de este domingo en Mieres. Los ferrolanos empataron en el Hermanos Antuña asturiano ante el Caudal Deportivo (1-1), con un Ian Mackay que cuajó una brillante actuación que impidió que los locales pudiesen marcar más tantos.
Rojas anotó en el minuto 20 para el cuadro anfitrión como muestra del evidente dominio del Caudal desde los compases iniciales. Mackay se convirtió merecidamente en estrella de los de José Manuel Aira ante la ineficacia de los navales para concretar sus incipientes acciones ofensivas. A cambio, los de las cuencas mineras sí supieron dejar pólvora en los instantes decisivos.
Como hecho aislado, Marcos Álvarez lo intentó en el primer minuto, pero los disparos altos fueron la tónica dominante entre los de A Malata, síntoma de una estrategia un tanto desarbolada ante la capacidad de improvisación del Caudal. En cierto modo, el tanto asturiano sirvió para que el Racing despertase del letargo, pero la reanimación no fue totalmente efectiva.
Opciones
Jorge Rodríguez cerró las opciones verdes de la primera mitad, para abrirse a continuación un segundo tiempo en el que un penalti sobre Diego Dopico abriría un nuevo camino para el cuadro dirigido por el berciano. Manu Barreiro lo transformaría en el 55, subiendo al marcador el 1-1 y sumando 20 goles en su cuenta personal. Justo a continuación, el preparador local, Miguel Ángel Álvarez Tomé, sería expulsado por el colegiado.
Se repetiría la escena del primer gol, esta vez con un Caudal Deportivo que sufrió el efecto psicológico derivado de la igualada ferrolana. Lo intentaría luego Rubén Comesaña, demostrando un avance de la línea defensiva para buscar la sorpresa ante el rival, antepenúltimo en la tabla. Eso sí, el equipo al completo arrimó el hombro y el mismísimo Jorge Rodríguez supo contener las acometidas cerca de la portería en acciones clave.
El cántabro, precisamente, aspiraba a abrir nuevas líneas con el apoyo por detrás de Iván Forte y Pablo Rey, complicado objetivo ante una línea contraria que no dejaba demasiada calidad, pero que vencía en el reto de la efectividad. El Racing supo retener desde entonces el dominio, gracias a un importante esfuerzo.
Molestias
Manu Barreiro, en un Racing que puede dejar para la historia un doctorado sobre lesiones, salió del césped por unas molestias que, en principio, no son relevantes. Entró en su lugar un Iosu Villar especialista en dinamizar la línea central del juego verde. Estuvo cerca el segundo gol, que no llegó pese al desgaste asturiano.
El cántabro Rodríguez reincidía al filo del remate, pero no hubo suerte. Agradecido empate contra un club que supo triangular y asustar hasta los últimos instantes, retrasando acciones más o menos previsibles para no desistir. A falta de nueve minutos, Fernando Pumar relevó a Rey-Cabarcos, respaldando la faena vital de Villar; a falta de tres, Jorge Rodríguez salió para que accediese el defensa José Manuel Pérez.
¿El escenario? Uno de los campos tradicionales de la categoría, una mañana más o menos soleada y algunos aficionados -1.150 en total- demasiado partidarios del insulto barato desde las gradas. El árbitro, con arreglo a lo clásico: dejó descontentos a muchos, sobre todo a los de casa.
penoso el partido y penoso Aira con 3 cambios ultradefensivos. 9 empates fuera de casa, así no vamos a ningun lado