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TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: ALICIA SEOANE | Ferrol | Martes 16 mayo 2023 | 11:44
Marta Rodríguez Neira lleva trabajando como diseñadora toda su vida. A punto de cumplir 49 años y tras un confinamiento creativo, aparece uno de sus primeros personajes: Sofi Peloesponja, una niña que no se corta en reconocer su universo creativo, su necesidad de desconectar y su gusto por la lectura. «Durante mucho tiempo sentía un bloqueo creativo porque tenía el hábito del diseño, crear partiendo de una idea o un proyecto; pero, de repente, empecé a crear sin saber lo que quería transmitir y me fui desbloqueando, así aparecieron muchas cosas nuevas»
El confinamiento también fue un momento crítico para replantearse cambios. Tras estos meses, Marta, más conocida con su nombre de Martineuras, comenzó las oposiciones para profesora de dibujo. «Estaba cansada de la inestabilidad económica que suponía ser autónoma, pero opositar me dejó muy desencantada. El proceso es muy desgastante. Así que después de todo empecé a dejar salir mi creatividad sin ponerme límites»
Las ilustraciones de Martineuras están llenas de color y transmiten un universo alegre pero también crítico. En sus creaciones podemos ver cómo se reivindican muchos temas que para la ilustradora son un absurdo, por ejemplo, el de la vejez. Las bolsas de abuelos molones que hemos visto en Instagram, hablan de todas esas formas de encarar la vida, que van más allá de la edad: «no entiendo que ser mayor signifique ser un carca o sentirse de una manera determinada, no soy catastrofista con el futuro, y creo que hay gente que mola aunque sea mayor y gente que no mola aunque sea joven. Hay que romper ciertos clichés de la edad. Yo me siento más rebelde y más libre a medida que pasan los años»
Hablando de polémicas de edad, su bolsa de orgullo con la ilustración de la gallega creada por la inteligencia artificial, que ha dado la vuelta a la red, ha sido todo un éxito. Esta mujer es una reivindicación de la sabiduría popular que representan las abuelas en Galicia y muchas personas no sienten vergüenza al verse identificadas con una mujer mayor y llena de sabiduría: «a mí una vella galega no me produce ninguna vergüenza, todas llevamos a esa señora dentro, una mujer que se le ve que ha tenido una vida y que es una mujer sabia, para mi hay que reivindicar un poco las diferentes edades, no vivimos solo en un mundo de jóvenes, el mundo es de todos, estoy en contra de esas ideas que nos imponen a todos el mismo pensamiento».
Si mira hacia el futuro, a Marta le encantaría tener una de esas tiendas estudio de ilustradores donde, además de trabajar, la gente puede mirar y comprar directamente su trabajo. Quizá ese futuro no sea lejano. Mientras tanto, podemos disfrutar de sus ilustraciones a través de sus redes donde puedes hacerte con sus bolsas que molan, independientemente de tu edad.
