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Montero Fenollós: «No podemos valorar ni apreciar lo que no conocemos»

Montero Fenollós en la entrada de la exposición del Torrente Ballester (foto: Alicia Seoane)

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: ALICIA SEOANE | Ferrol | Domingo 26 marzo 2023 | 14:35

Juan Luis Montero Fenollós dirige la cátedra recientemente creada de Arqueología y Educación Patrimonial de Universidad de A Coruña y el Concello de Ferrol. Actualmente, está colaborando con el Consistorio en la identificación de los restos encontrados en la calle San Francisco, que podrían ser de la muralla medieval. Cuando quedamos para hacer esta entrevista todavía no se sabía nada de estos hallazgos, pero días después y por cosas del azar, el papel del entrevistado como experto en Arqueología ha pasado a estar en el centro de la actualidad de la ciudad.

Sus títulos son innumerables. Es director desde el año 2005 del proyecto arqueológico Medio Éufrates Sirio, ha participado en proyectos en Siria desde el año 92 y ha recibido el premio Concepción Arenal de Investigación en Humanidades en 2004 por su trabajo Tras las huellas de la torre de Babel. En 2009 fue nombrado Caballero de la Orden de las Palmas Académicas por el Ministerio de Educación de Francia.

Fenollós es un apasionado de la arqueología y sus ojos parece que arden cuando se remonta al pasado. Su forma de transmitir es sencilla y se hace comprensible a cualquiera que se acerque a escucharlo. Su pasión por Mesopotamia y la Torre de Babel quedan latentes en muchos de sus libros publicados, así que hablar con él es apasionante. Su conversación es clara, honesta y pausada, es un hombre que defiende las Humanidades y la necesidad de educar con otro ritmo y mirando a la historia. Hablar con él es darse cuenta de lo poco que sabemos del mundo antiguo y de lo apasionante que puede ser cuando se transmite con ganas.

FERROL 360 – ¿Cuándo pensaste que ser arqueólogo podía estar para ti?

JUAN LUIS MONTERO FENOLLÓS – Siempre me gustó la arqueología [se queda pensativo y se remonta unos años atrás]. Yo vengo de Murcia, de allí pasé a Barcelona, Luego estuve en París haciendo mi tesis doctoral especializada en Oriente medio y terminé aquí por causas del destino, trabajando desde el 2001 en la Universidad de A Coruña. Pero siempre me gustó la historia y esa relación de la historia con la naturaleza.

Al final en la Arqueología se mezcla la historia y la tierra en sí misma porque normalmente los yacimientos están en un medio rural. Ese olor a tierra que hay cuando estás en una excavación, puede parecer una locura, pero a mí me encanta. Nunca pensé que sería arqueólogo del Medio Oriente, pero en el año 92, tuve la oportunidad de ir a Mesopotamia. Y cuando vi el Éufrates de noche, todo iluminado, me quedé enganchado… Estar en la cuna de la civilización, en el lugar donde nació la escritura, es algo que para lo que no hay palabras.

360 – ¿Cómo es encontrarse una tablilla de las primeras escrituras de la historia de la humanidad en Siria?

JLMF – Eso son momentos únicos. Yo he tenido la suerte, con el equipo de la facultad de Humanidades, de encontrarnos estas tablillas. Hemos sido los únicos españoles en hacer estos hallazgos, aunque no era tan difícil porque no han ido muchos españoles a excavar allí [se ríe sacándose importancia]. Pero siempre lo digo: no es que vaya yo allí solo a excavar, como se puede imaginar alguna gente en modo romántico. Ahora todo el trabajo en Arqueología es un trabajo en equipo, somos equipos muy grandes.

Es decir, que no es un mérito personal aunque yo me siento afortunado de formar parte de esto. Cuando nos encontramos las tablillas, pues imagínate, eso es algo mágico, es un texto escrito sobre barro que tiene 3.323 años [a ambos se nos ilumina la cara]. La suerte es que estábamos excavando en un edificio que había sido incendiado, así que esas tablillas pudieron protegerse por este hecho. Lo difícil es encontrarse estos escritos en barro sin cocer. Esto fue en el 2010, pensábamos volver, pero estalló la guerra de Siria y ya no pudimos continuar el proyecto. 

360 –  Antes de este viaje ya habías estado en Siria previamente…

JLMF – Sí, yo había estado en otro proyecto previo en el año 92, con la Universidad de Barcelona, que era un proyecto de salvamento. La universidad de Siria había hecho un llamamiento internacional para construir un pantano, así que fuimos para excavar un yacimiento a orillas del Éufrates que podía desaparecer. Este campo es complicado porque te exige mucha especialización. Exige formarte primero como arqueólogo y luego en el campo de estudios mesopotámicos, también en el de las lenguas antiguas y modernas y, a mayores, francés, inglés y si sabes algo de alemán mucho mejor. Luego, acabas aprendiendo un poco de árabe. Siria e Irak son el paraíso de los arqueólogos. En Siria, antes de la guerra del 2011, había 200 expediciones trabajando sobre el terreno… Luego ya sabemos todo lo que está pasando, que es terrible.

Fotografía de Eloy Taboada del proyecto de Siria.

360 –  ¿Qué significa para ti como historiador y arqueólogo el invento de la escritura?

JLMF – No hay hecho más revolucionario en toda la historia mayor al de la escritura, se lo digo siempre a mis alumnos. Lo increíble es que podemos conocer muchas cosas gracias a este hecho. Es complicado imaginar un mundo sin escritura porque la transmisión del saber es gracias a este descubrimiento. La escritura, en un principio, nace por una cuestión pragmática, porque había necesidad de llevar a cabo una contabilidad. Más adelante en una segunda etapa, comenzará a escribirse el pensamiento, el conocimiento, la literatura y la ciencia. Pero esta etapa a mí me encanta y por eso quise especializarme en Mesopotamia, porque allí nace la primera ciudad como la entendemos hoy. Y en la actualidad la mayor parte del mundo sigue viviendo en ciudades que tienen mucho que ver con estas primeras ciudades. Son un invento que ha ido evolucionando, pero tenemos que conocer y entender nuestro pasado y nuestros orígenes. Y los orígenes están allí, en Mesopotamia.

360 –  En esto la Biblia es un texto importante también para entender este período, ¿no?

JLMF – Sí, a mí la Biblia me interesa como historiador, no como documento sagrado. Para nuestros estudios la Biblia es fundamental, para sacar ciertos pensamientos y conocimientos. En ella ya se hablaba de la Torre de Babel, que había impresionado a los israelitas. La cultura judeocristiana está muy presente en nuestra cultura y no podemos renunciar a ese legado. Otra cosa es la utilización de este legado como arma política o ideológica, que ya sabemos que la Biblia siempre es controvertida. Y esto o la utilización de la arqueología bíblica; es decir, la utilización de la arqueología como prueba de fe, esto no puede ser. Yo lo rechazo totalmente como historiador. Podemos pedir a la Arqueología pruebas para el conocimiento histórico, no para las creencias de la fe. Esto es respetable pero no como punto de partida de un historiador. 

360 –  Hablando de la Torre de Babel, es otra de tus grandes pasiones…

JLMF – Sí, la torre se descubre en 1913 por unos arqueólogos alemanes, y eran unas ruinas que nadie podía imaginarse que fueran los restos de la Torre de Babel. Este es otro problema entre el mito y la historia que tenemos los historiadores. Babilonia es una ciudad secuestrada por el mito. Por ejemplo, todo el mundo habrá oído hablar de los jardines colgantes de Babilonia, pero no tenemos pruebas históricas de que hayan existido… A mí este tema me apasiona, no creo que nunca deje de estudiarlo. Siempre les digo a los alumnos que hay que coger las fuentes de información y estrujarlas al máximo. De estos jardines colgantes hablan textos muy posteriores a Babilonia, pero no hablan sus mismos contemporáneos. Quizá esto ya sea algo que da que pensar. Babilonia era un símbolo para el mundo clásico, Alejandro Magno se quedó prendado de ella. Este tema es apasionante: ir deshilvanando cuánto hay de mito y cuánto de historia…

360 – Hablando de la escritura, imagino que para un doctor en Historia Antigua las letras están en el centro de la educación, ¿no?

JLMF – La escritura revolucionó la cultura y, efectivamente, si no nos preocupamos por comprender el origen de la historia corremos muchos riesgos porque nos estamos convirtiendo en una sociedad plana, que no entiende ni le interesa entender sus propios orígenes. En esto, como profesor de una facultad de Humanidades, me siento profundamente preocupado por la deriva que están tomando las universidades. Están desapareciendo los grados de Humanidades porque se está relegando la Universidad al servicio de la empresa. Se está convirtiendo en una fábrica de mano de obra.

Hay que mirar al pasado y comprender las raíces. Los estudiantes de este tipo de carreras son unos héroes porque van en contra de todo este discurso. Ahora todo tiene que ser útil y a corto plazo, y esto lo vemos hasta en la propia docencia. Nos han robado el tiempo. Sin embargo, sin esta dimensión temporal, es imposible analizar y comprender las cosas. Y esta es la deriva que está tomando la sociedad actual y que yo encuentro que es peligrosa.

360 –  Vamos a esta exposición Orixes, que estuvo expuesta en el centro cultural Torrente Ballester consiguiendo un récord de visitas. Nos muestra un pasado de la cultura castreña de nuestra ciudad que es una gran desconocida para muchos, ¿no?

JLMF –  Algo de lo que hablamos en la exposición es un poco el mito de la cultura celta. Sabemos que hubo celtas, pero también que hubo otros pueblos que convivieron con ellos en los castros. Asturias, el norte de Portugal, y algunos lugares de la meseta tenían la misma cultura. O sea, que el mito de lo celta como algo propio solo de Galicia parece no ser una hipótesis muy cierta.

Centrándonos en la exposición, esta es la primera que se hace sobre las excavaciones que ha habido en Ferrol, que son apenas nada. En 2001 en Santa Comba, en Covas, y poco más. Era importante lo que queríamos transmitir, pero también el cómo, y ahí me ayudó mucho Eloy Taboada, el fotógrafo que trabajó conmigo en Siria. Intentamos explicar lo que hicieron los pioneros en la excavación seleccionado a algunos porque era imposible mostrarlos a todos, debido a que había que acotar.

360 –  Esta exposición es parte de un proyecto de mucha más envergadura, de colaboración entre el Concello de Ferrol y la UDC con la creación de la Cátedra de Arqueología y Educación en Patrimonio que tú mismo diriges, ¿qué objetivos tiene este proyecto?

JLMF – Los objetivos son varios. Desde la UDC queremos formar a futuros arqueólogos y que tengan un espacio para poder excavar porque es complicado formarse en Arqueología sin poder aprender a excavar. Es como formar a un cocinero y no permitirle cocinar. El Ayuntamiento va a ceder el castro de Esmelle para poder empezar a excavar este yacimiento, pero tenemos que pedir los permisos a la Xunta y, una vez los tengamos, la idea es ir excavando poco a poco este lugar para que podamos restaurarlo y conservarlo.

De esta forma podríamos convertir este lugar que hoy no tiene un interés en particular en un espacio de interés turístico y patrimonial. En Ferrol no hay ningún castro que sea visitable, algunos hablan de Lobadiz pero está enterrado y no puede verse nada. En esta fase de excavación habrá estudiantes de la cátedra que trabajarán mano a mano con unos voluntarios y quizá con algunos vecinos. Este campo es de la arqueología comunitaria aunque la lista de voluntarios empieza a ser larga [ríe].

Otro objetivo es hacer un arqueódromo para los niños, que estaría dentro del Torrente Ballester para que los pequeños puedan visitar el museo y entender en qué consiste el oficio de un arqueólogo. Recrear un espacio de una forma muy realista para que los niños puedan excavar, limpiar las piezas y fotografiarlas. Ahora mismo estoy en el proceso de montar un equipo que tenga experiencia en arqueología en Galicia y esto es importante. Ya que no se ha hecho nada en Ferrol, vamos a hacerlo despacio e intentar hacerlo bien, con personas que tengan experiencia y bien preparadas. La Arqueología no va deprisa, se necesita tiempo.

360 –  ¿Qué tal ha sido la acogida de la exposición?

JLMF – La exposición ha despertado mucho interés en la gente, estuvo planteada con visitas guiadas los viernes por la tarde y me he quedado sorprendido de la gente que se ha animado a venir. Al final está hecha de una forma muy didáctica para que la gente aprenda curiosidades de la historia de nuestra ciudad. Muchos no sabían que en Ferrol Vello hay una calle que se llama Castro porque allí hubo un castro… Es muy interesante conservar el patrimonio porque no podemos valorar ni apreciar lo que no se conoce.

Por eso es importante tener en cuenta que no podemos restaurar ni conservarlo todo, pero que es importante optimizar los recursos que tenemos. El patrimonio no es nuestro, es de la humanidad, por eso tenemos que conservarlo y protegerlo. Es importante ir de la investigación a la difusión, y esto no siempre se hace así. En este caso creo que vamos a hacerlo bien. Hay que pensar que el trabajo de un arqueólogo es hacer que las cosas se conserven bien para que las próximas generaciones puedan conocer la historia. No es algo que nos pertenezca, es de todos. La Arqueología siempre es algo que va lento y que se hace a largo plazo porque se hace para el futuro, no se puede meter prisa al arqueólogo. 

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