TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: ALICIA SEOANE | Ferrol | Sábado 13 mayo 2023 | 9:45
Morgan es una banda afincada en Madrid que nació en 2012 y está formada actualmente por Carolina de Juan, Paco López, Ekain Elorza y David Schulthess. Tras el confinamiento, comenzaron a trabajar en su último disco The river and the Stone, grabado en Francia (estudio Le manoir de Léon) junto a Campi Campón como productor, rematados por Stuart White a las mezclas en Los Ángeles y masterizados por Colin Leonard (SING mastering) en Atlanta. Así, con una brillante producción que inyecta un toque justo de modernidad a sus raíces, comienzan a girar. Este viernes tuvimos la oportunidad de volverlos a escuchar en el Auditorio de Ferrol, no era su primer paso por la ciudad y seguramente no sea el último, aquí nos gusta repetir.
Carolina de Juan es una de esas mujeres espontáneas que se presenta sin demasiada necesidad de artificios «ya sabéis, el río y la piedra, algo así de sencillo», una forma genial de explicar el título de su último álbum, mientras desde el público le gritan: «¡Linda!». Tampoco tuvo reparos a la hora de sacarse las botas negras de tacón, «no es necesario sufrir», decía casi al final del concierto. La verdad que no es necesario, ya desde el inicio. Aunque claro, esas botas más folk siempre le dan un toque en el escenario; pero, sin duda, mucho mejor estar cómoda. ¡Eso siempre!
El concierto tuvo momentos geniales, para mí sin duda sus dos canciones seguidas en español fueron el momentazo. Aunque a veces me cuesta entender por qué algunos grupos se empeñan en componer en inglés, entiendo que, para los bilingües, será similar escuchar una cosa que otra, y que ciertamente la música es un lenguaje universal y que ciertos tipos de música si no son en inglés es como si perdiesen sus referencias… es cierto. Pero también es verdad que cuando suena Sargento de hierro parece que se respira algo que nos toca el cuerpo. Quizá sea que cantar en un idioma propio puede resultar más incómodo. Pero bendita incomodidad, cuando además se transmite con ese punto de fragilidad que resulta conmovedora.
El resultado fue un concierto íntimo, en una atmósfera cercana, en un teatro que siempre «impone más», como la misma Carolina reconocía. Un concierto que sonó a muchas cosas, con unos solos de cada uno de los miembros, que dejan buen sabor de boca. Por cierto, me encantaron las voces que hacía el guitarrista, una voz grave que deja con ganas de escuchar más. Ahí lo dejo.