MARTA CORRAL | Ferrol | Viernes 15 septiembre 2017 | 14:24
La primera mujer al cargo de una cofradía de la Semana Santa ferrolana dejará de estar el frente de Dolores el próximo 1 de octubre. Será entonces cuando unos 523 cofrades -según los datos facilitados por la Junta Rectora Provisional-, estén llamados a las urnas para decidir si será Ignacio López del Río o Francisco Balseiro quién dirija junto a su equipo el rumbo de la entidad durante los próximos cinco años.
Inmaculada Augusto lleva siendo comisaria de la Cofradía de Dolores desde abril de 2015. Dos semanas de Pasión a sus espaldas y dos procesiones extraordinarias, la Mariana y la del Año de la Misericordia, le hacen sentirse «orgullosa» de su gestión al frente de la cofradía más numerosa de Ferrol. Con ella al timón, además, Dolores puso en marcha un convenio con Cáritas para confeccionar sus hábitos, promoviendo la integración social y laboral de las personas más vulnerables. Todo un acierto que, espera, siga adelante.
A 20 días de celebrarse la cita con las urnas, el 1-O cofrade, nos tomamos un café con esta zamorana que, aunque satisfecha, no niega que ha pasado momentos duros durante su comisariado. Los repasamos, poniendo la lupa en este tiempo complicado para Dolores –sin presidente desde 2012-, analizando aciertos y errores, y mirando a un futuro que tendrá que pasar, necesariamente, por reformular su unión, apelando a ese mismo espíritu que llevó en 1992 a sus antiguos miembros a fusionar la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y la del Santísimo Cristo de la Misericordia.
FERROL360 – Dos años y medio de comisariado a sus espaldas, ¿cuál es su balance?
INMACULADA AUGUSTO – Me voy con la conciencia muy tranquila. Don Manuel Sánchez Monge me pidió que me hiciera cargo de la Cofradía y lo he hecho. Cuando me lo dijo, lo hablé con mi familia y pensé, ¿por qué no? Es una cosa bonita porque nos gusta la Semana Santa, por eso acepté.
Me propuse unas metas y a ellas llegué. Hice todo lo humanamente posible en un tiempo de mucha crisis, en el que tuvimos incluso que subir la cuota porque era imposible, al haber bajado también la subvención del Ayuntamiento, pero creo que las procesiones de estos dos años y las dos extraordinarias, fueron espectaculares.
360 – ¿Le da pena dejarlo?
IA – Me da pena por una sencilla razón: es muy bonito. Es una cosa que, si la llevas dentro, te atrae. Pero yo he cumplido con lo que me han mandado. A mí el nuevo obispo me dijo que había que convocar elecciones y lo he hecho. Ahora tengo que dar un paso atrás y dejar que vengan los que salgan elegidos.
360 – ¿Se siente orgullosa de su gestión?
IA – Me siento orgullosa de haber sacado la Semana Santa a la calle estos dos últimos años. Es complicado porque conlleva mucha organización: los preparativos previos, las flores, los arreglos, los tronos… Todo, porque tienes que estar pendiente de todo. Yo sola no, evidentemente, tuve un equipo espectacular al que tengo que agradecerles muchísimo.
Hace poco alguien me comentó que, cuando me nombraron comisaria, alguna gente dijo que sería un desastre y después admitieron que fueron dos años espectaculares. El truco es tener mano izquierda y mano derecha.
360 – ¿Su mayor reto en este tiempo como comisaria?
IA – La celebración del Santo Encuentro en Amboage, que al final fue un acierto. Tengo que agradecerle al Ayuntamiento que nos dejase escoger la plaza cuando nos dijeron que en Armas no podía hacerse. Escogimos Amboage porque es nuestra casa y salió fenomenal, mucho más vistosa. Estaba hasta la bandera. Creo que, aunque se arregle la otra, debería de seguir haciéndose aquí. Habrá quien apele a la tradición, pero las costumbres no hacen normas.
Es cierto que teníamos miedo por cómo iba a salir todo, porque además en 2016 llovió y fue este año el primer Viernes Santo que lo celebramos en Amboage, pero fue espectacular. El espacio es más bonito, más grande y caben mejor los tronos. La gente nos apoyó muchísimo y la organización fue estupenda gracias a todos los organizadores y, en especial, a David López del Río, que fue el coordinador general.
360 – ¿Le quedó algo por hacer?
IA – Me hubiese gustado tener más dinero para poder arreglar más imágenes. Durante el anterior comisariado, el de Ignacio López del Río, se hizo la imagen de la Esperanza, y nosotros hicimos el Yacente y la de la Virgen de la Caridad. No gastamos nada porque, la primera, la pagó su tercio aunque se la gestionamos nosotros y quedaron impresionados. Hemos mejorado en comparación con la imagen anterior. Pero, ¿qué me habría gustado haber podido hacer? Pues, por ejemplo, arreglar el trono de la Esperanza que, con la imagen nueva, no puede salir con palio… pero no hubo fondos.
El primer Santo Encuentro celebrado en Amboage este 2017 (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
Dos años y medio de gestión
360 – Algunas voces críticas con su gestión cuestionan, precisamente, que durante un comisariado se hagan este tipo de inversiones sin consultar con los cofrades al no haberse convocado asambleas. ¿Considera que el suyo fue un comisariado opaco?
IA – No pueden acusarme de opacidad porque siendo comisaria a la única persona a la que le tengo que rendir cuentas es al obispo. No tengo que hacer ninguna asamblea. Siempre me reuní con los organizadores, eso sí. Tuve muchas reuniones para informarles de todo lo que íbamos a hacer y que ellos, a su vez, se lo transmitiesen a los cofrades.
Si no las convoqué es porque sabía lo que iba a pasar. Tenía claro que si hacíamos una la gente me empezaría a gritar y yo acabaría yéndome, porque eso no se lo consiento a nadie. Yo he aguantado denuncias y amenazas por teléfono, y no tengo que pasar por esto porque el obispo, un día, decidiera nombrarme a mí comisaria sin que yo se lo hubiese pedido.
360 – Dos de los factores a los que los cofrades dan más valor son el estado de las cuentas y la aprobación, sin ser refrendados por la asamblea, de los Estatutos nuevos en 2014.
IA – Las cuentas de la Cofradía están a pre. Jamás hemos gastado un duro que no fuese para la Cofradía. Están refrendadas por el Obispado, que siempre ha dicho que están bien, así que tengo la conciencia tranquila. Nunca he gastado dinero en mí, acudí a muchos actos y siempre los he pagado de mi bolsillo, incluso cuando viajamos a León a por la imagen del Yacente. Cuando vas justito de presupuesto me parecería incluso hasta indigno gastar en esas cosas.
Antes había mucho dinero porque había también muchas donaciones de empresas privadas y particulares que hoy no hay. Se podía salir en Semana Santa con mucho dinero y ahora no se puede. Nosotros hemos tenido que recortar, por ejemplo, mucho en adorno floral. Si estamos en crisis no se debe sacar un trono con cinco mil euros de flores mientras la gente pasa necesidad.
Cuando entre la nueva Junta en la Cofradía va a ver que hay dinero hasta diciembre, que es hasta donde tiene que tenerlo, para pagar local, luz, agua, teléfono… No hay un duro más. Si alguna de las candidaturas que se presenta se cree que la situación económica de la Cofradía es la misma que era hace años, se van a llevar un chasco.
360 – Y en cuanto a los Estatutos, ¿es cierto, como se llegó a asegurar, que no estaban a disposición de los cofrades?
IA – Nos reunimos una de las veces con los organizadores para hacer unas normas internas y que las firmasen. Les entregamos ahí una copia de los Estatutos para que la pusieran a disposición de los cofrades de su tercio. Además yo nunca he rechazado a nadie, todo el mundo tiene mi teléfono y he estado siempre en la cofradía. Nadie me vino a decir nada ni a preguntar. Si hubiesen venido les habríamos dado una copia porque aquí no se esconde nada y no se le ha negado nada a nadie, jamás, nunca.
360 – Suele decirse entre cofrades que uno de los problemas de Dolores es que es «un reino de taifas», donde cada tercio tiene mucha autonomía. ¿Es algo que debe cambiar para mejorar su funcionamiento?
IA – Pienso que eso debe cambiar, la verdad. Por ejemplo, cuando entra un presidente todo el mundo debería poner su cargo a disposición de la nueva Junta, los organizadores y mayordomos. Es lo mismo que sucede en los gobiernos, que los cargos de confianza cesan para que la persona que entre nombre a gente de su cuerda, porque es normal.
Yo no puedo tener de organizador u organizadora a una persona que no es de mi confianza, porque te puede dar la vuelta a las cosas. No se trata de ninguna venganza, sino de tener a gente a tu lado en la que confíes. Lo que no veo normal es la gente que se aferra al cargo, como hay.
Cuando yo llegué no quise mover nada. El anterior comisario había nombrado a sus organizadores y yo los mantuve porque me parecían gente normal. Solamente tuve que cesar a una persona porque no podía confiar en él. Lo sentí mucho, pero tuve que nombrar a otra persona. Y el que venga tendrá que hacer lo que considere oportuno.
360 – Otro de los problemas de la Cofradía es que sus conflictos internos enseguida saltaban a la palestra pública y todo parecía enfangarse todavía más. ¿Hay tantas voces discordantes?
IA – La verdad es que no es que haya muchas voces críticas en la Cofradía, pero es que hacen mucho ruido. Yo viví el comisariado de Gonzalo Rodríguez-Tenreiro como vocal y después me presenté con Manuel Larrosa. Salimos elegidos y aquello fue insostenible. Nos insultaron, nos vejaron… en las redes sociales, por la calle… Era horrible y tuvimos que dimitir, no podíamos. Tenía incluso miedo de salir a la calle en algunas ocasiones, por si me insultaban o me pegaban, algo que me ocurrió después, esta Semana Santa, estando ya de comisaria.
Esto fue algo tremendo. Yo pensé que la gente era de boca, pero que no se iba a llegar a eso. Creo de verdad que ocurrió porque soy una mujer y no soportan a una mujer de comisaria. La sociedad es machista, sigue siendo machista y será machista toda su vida. Hubo gente que se tomó mal mi nombramiento. Me ningunearon mucho entre unos y otros, me saltaron por encima y se pensaban que no me enteraba.
Yo me voy con la conciencia tranquila, que es de lo que se trata. Vamos a celebrar elecciones, mucha gente me animaba a presentarme, pero no. Lo que he vivido estos dos años y medio no se lo deseo a nadie. Fue satisfactorio pero muy duro.
El corralón de Dolores, con el paso de palio de la Piedad al fondo, el pasado Viernes Santo (foto: Mero Barral / 13fotos para Ferrol360)
A las urnas el domingo 1 de octubre
360 – Al coincidir en el tiempo las elecciones en dos cofradías -la Cofradía de las Angustias vota el 7 de octubre-, los procesos tienden a compararse y se ha interpretado que, mientras que en Esteiro fue el comisario el que las convocó, en Amboage tuvo que ser el obispo el que cogió las riendas del proceso.
IA – Yo no tengo que convocar elecciones. Cuando vino el obispo, hablé con él y me dijo que había que pensar en convocarlas. Yo le dije que sí, que esto no se podía perpetuar. Una cofradía no tiene que estar intervenida por el Obispado. Una cofradía tiene que ser autosuficiente, hacer sus cosas y tener un presidente, que es lo normal. Hacer sus reuniones, sus asambleas.
360 – Aunque se contemplaba que las listas tendrían que presentarse en la cofradía, al final tuvieron que hacerlo en la Domus…
IA – Llevábamos toda la semana en el local, pero el jueves, casualmente, la persona que estaba, a las 19:20 cerró la cofradía porque tuvo un problema y se tuvo que marchar. Justo ese día llegaron a presentar una de las listas. Quedaba todavía el viernes, pero llamaron al Obispado y lo presentaron allí. Así que aconsejé a la otra candidatura que la presentaran allí también para estar ambas en igualdad de condiciones.
360 – No se contempla que pueda haber voto por correo o delegado, teniendo que ser únicamente presencial. ¿Cuál es el motivo?
IA – Fue el señor Obispo el que decidió que fuese así y yo lo veo normal. Lo otro podría conllevar muchas incidencias y sería más complicado de verificar los votos, así que me parece bien.
En la mesa electoral estaré yo como comisaria, David López del Río como secretario y el tesorero, Pascual Zaera. Además habrá un compromisario por cada candidatura y todo el mundo que quiera podrá estar presente en el momento del recuento, como otras veces. El resultado se sabrá ese mismo día.
360 – Una de las candidaturas se perfila como más continuista y otra como algo más rupturista. Aunque como comisaria no se pueda postular, ¿qué posición cree que va a beneficiar más a la Cofradía?
IA – Ninguna de las candidaturas va a redescubrir nada, porque son todos antiguos, no hay gente nueva. Yo no me puedo meter en nada, le voy a entregar la Cofradía a quien gane, eso lo tengo claro. Pero sí tengo miedo a que haya un resultado muy ajustado, como pasó con Larrosa [107-105] y que los que pierdan no legitimen a los ganadores, es algo de lo que advertí al obispo en su momento.
360 – ¿Qué le diría, entonces, a los que ganen?
IA – Que, por favor, miren por los cofrades, como hemos hecho hasta ahora. Que miren por el patrimonio de la Cofradía, que es muy grande y todavía queda mucho por renovar, pero es impresionante. Y que trabajen para la Cofradía, que es lo único: intentar sacar la Semana Santa a la calle lo mejor posible, como hemos hecho los demás, y que no se cierren en ellos.
360 – ¿Y a los que pierdan?
IA – Que acepten la derrota. Es lo único que tienen que hacer. En esta vida no siempre ganas. Unos ganan y otros pierden, un día te toca ganar y otro no, esto es lo mismo. Si has perdido, acepta tu derrota y ponte a disposición de la gente que ha ganado, sería lo ideal. Si esto funciona así, la Cofradía va a ir para adelante. Si esto no es así, la Cofradía va a tener otro comisariado, porque sería imposible gobernar con gente que no quiere o que te está fiscalizando todo lo que haces. Además, es importante, sobre todo, que se olviden de las redes sociales, porque desde ellas se le ha hecho un daño enorme a la Cofradía.
Pero siempre financiados con dinero PÚBLICO, verdad ?
No se haga ilusiones Sra. Comisaria. El resultado sea cual sea será muy ajustado. La fractura social sigue siendo enorme pero porque así lo exige la estructura de la cofradía, ésta como tal no existe más que para cobrar las cuotas y montar los pasos, mientras que las taifas van cada una a su rollo y no les interesa el bien común de su cofradía. Las dos candidaturas lo saben bien y por eso se reúnen con cada grupito de poder, y ninguna con todos los cofrades. No sabemos ni el programa ni sus intenciones, pues a cada uno le dicen lo que quiere oír.
Ningún presidente de Dolores de las últimas décadas puede sacar pecho por su gestión. Todos prefirieron la cantidad a la calidad, inventándose el Santo Entierro alternativo que subsiste el Miércoles Santo, repitiendo salidas de pasos por rellenar, o incluso metiendo hace tres años un nuevo tercio con su propia sede canónica -Cristo Rey-. El patrimonio de valor adquirido es casi inexistente, quitando tres o cuatro tallas más que decentes, y lo más grave es que ninguna Junta se preocupó de adquirir un local propio, estando siempre de gorra en el Hospicio o pagando altísimos alquileres como ahora. Precariedad y precariedad, sin perspectiva de mejora. Al Señor del Río sí tengo que reconocerle la nueva imagen de la Esperanza, que mejora tremendamente la anterior, y la supresión de los dos tercios y tronos del Lunes Santo que eran un invento mal parido desde sus orígenes. La pena es que no siguiera esa senda y creara ese tercio de Cristo Rey que bien podría independizarse y la nueva talla del Yacente -la cual mejora a la anterior pero no es buena en absoluto- en vez de suprimir de una vez por todas la absurda e inútil procesión del Miércoles. De la imagen de la Virgen de la Caridad mejor que no diga nada porque es para tirarse de los pelos.
Las dos candidaturas son casi idénticas, ambas son conjunciones de gente que quiere mantener o conseguir el martillo de un trono o la vara de un tercio. Poco va a cambiar, mientras no hagan una profunda reforma de la estructura de la cofradía vía nuevos estatutos y reglamentos. Hay mucho que podar y mandar al pozo del olvido, y luego separar esta monstruosa cofradía en otras muchas con sus respectivos titulares y una identidad de la que ahora se carece: una asociación que saca muchos tronos pero nada más, en la que todo vale y vale todo.
Como esto que señalo no lo van a hacer, supongo que el escenario más optimista es una continuación de este ciclo de juntas endebles y comisariados hasta que el inquilino de Miramar decrete la suspensión de la cofradía y posterior refundación de la misma con un poco de sentidiño, si puede ser reparando ese error cometido en 1993 al unir las cofradías del Cristo de la Misericordia y la de la Virgen de los Dolores. Poco más hay.
Cofrade escéptico, no tiene Ud. Ni idea de lo que habla, es una tristeza que se crea lo que siempre repite y al final acaba creyendoselo, que sabrá de lo que pasa en Dolores, que sabe lo que pasa en el resto de cofradías, con sus comentarios y tonterías, está dañando la imagen de “su cofradia” es patético que no sepa decir ni una cosa buena, pues yo le doy la solución, marcharse para su casa u deje trabajar a la gente que quiere hacerlo y además, por que no se presenta a presidente y soluciona todos los problemas. Callese de una vez, es cansino y repetitivo.
¿No será demasiado dedicar tanto espacio a las cuestiones internas de una asociación privada? A los que no somos de la asociación esta, podría interesarnos quizá si una candidatura es continuista o rupturista si supiéramos en qué consiste cada cosa… también nos puede interesar si reciben dinero público y si es así cómo justifican su gasto, con qué criterio artístico o religioso se encargan “imágenes” nuevas… incluso quien tiene derecho a voto y quien no. Un tema periodístico que yo creo que sería de interés es el de la violencia que esta señora dice haber sufrido, una cosa que a mí me parece inconcebible entre gente cristiana y piadosa. En fin, que no le veo el interés al texto.