FERROL360 | Martes 25 junio 2013 | 22:16
Las reivindicaciones de los trabajadores de la fábrica naronesa de Megasa han salido este martes a las calles del municipio. En una manifestación que partía del centro fabril de Xuvia y que finalizaba ante el Concello, unas 1.000 personas, según fuentes municipales, han respaldado la petición unánime del plantel: buscar “unha solución á problemática que está a sufrir a empresa e que podería abocala ao peche no caso de non atopar unha solución a curto prazo”. Así lo subraya el propio consistorio, que apoya sus exigencias.
Tanto el alcalde, José Manuel Blanco, como los portavoces de los grupos municipales recibieron a los delegados sindicales al término de la marcha. La representación política local acordó elaborar una declaración institucional de apoyo a Megasa, cuyo texto será consensuado. El Ayuntamiento aspira a que sea “aprobada de xeito unánime por todos os grupos” en el pleno de este próximo jueves.
En el texto, Narón avala las peticiones del plantel y de la dirección de la propia firma “na defensa da continuidade de Megasa”. Se solicita, asimismo, que las “administracións implicadas” una “solución normativa satisfactoria que poña fin á quebra das condicións de igualdade”. Y creen que un líder político está llamado a pilotar la resolución del caso: Alberto Núñez Feijoo. Por ello, han reiterado una solicitud de entrevista con el presidente de la Xunta, “aínda sen resposta”, dice el Concello.
De hecho, los trabajadores han evidenciado su “preocupación” por la “falta de resposta” de Feijoo ante la “situación pola que está a atravesar a empresa”. La administración municipal pide que esa junta se celebre de manera “urxente”, insistiendo en que “o prazo para resolver a difícil situación esgótase a finais de agosto”.
Plantilla y patronal coinciden en señalar que la reciente Orden Ministerial que bonifica el consumo eléctrico de las grandes empresas perjudica a las de menor porte. En el caso de Megasa, una de sus directas competidoras, Celsa, se beneficia de esa rebaja. Unas 100.000 toneladas aguardan destino en sus almacenes por su progresiva pérdida de cuota de mercado derivada del dictamen gubernamental.