M. CORRAL | Ferrol | Miércoles 26 enero 2022 | 14:22
Hilo a hilo
voy cosiendo
El envoltorio
que cubre
mi cuerpo
que todos ven
pero no conocen.
‘Rojo’.
Con más de 100 mecenas y pasado el umbral del 75 % de su objetivo, Sandra Rego y Marta Waterme dicen estar «muy contentas». La ferrolana nos cuenta sus sensaciones a través de las notas de voz del WhatsApp y contesta a nuestras preguntas. Ella y la ilustradora catalana soñaron un día que el rojo iba a cambiarles la vida y en ello están trabajando. Después de sendas exposiciones de su creación conjunta, capitanean ahora un crowfunding para que su talento perdure en un libro.
«La respuesta fue muy buena desde el principio, pero el objetivo que nos ha puesto la editorial es ambicioso y tendremos que prolongar al menos una semana más la campaña. Intentamos implicar a instituciones, librerías o asociaciones que quieran hacer un patrocinio», explica Sandra, confirmando que, de todos modos, «no nos esperábamos este apoyo tan grande. Muchas personas se han hecho mecenas, han compartido en redes y nos han apoyado».
Una conexión del azar Barcelona – Ferrol
Confiesa que «siempre es difícil hacer de comercial para vender tu propio proyecto, pero compensa al final porque te sorprende que a la gente le guste lo que haces y quieran que salga a la luz». Cientos de personas visitaron sus muestras en Barcelona y en Ferrol y le pedimos que eche la vista atrás para contarnos cómo surgió la sinergia entre ambas, a sabiendas de que Ferrol360 tuvo algo que ver en ello.
«La colaboración fue fruto del azar. Yo seguía a Marta en redes porque había ilustrado el libro de Beatriz Luengo, El despertar de las musas, y supe que estaba viviendo en Ferrol en aquel momento. Yo estaba en Barcelona y aproveché unos días libres aquí para citarla y hacerle una entrevista en Ferrol360. Después, ella se volvió y coincidimos en la misma ciudad, nos hicimos amigas y me ofreció trabajar con ella», recuerda Sandra.
Primero fueron 10 palabras las que surgieron del universo Waterme para encender la inspiración. «Se trataba de conceptos que podía inspirarnos el color rojo como pasión, superación, revolución, ansiedad o libertad. Después surgieron las ilustraciones de Marta y, por último, yo hice los textos intentando transmitir la idea de la que ella había partido para dibujar. Y conseguimos el objetivo: que las dos piezas se complementaran».
De impostoras, poco
No es muy habitual ver a mujeres jóvenes dando el salto de exponer su trabajo creativo al juicio y la financiación del público debido al peso que el llamado síndrome de la impostora tiene en las mujeres artistas: «Eso no se marcha nunca», confirma Sandra, «está ahí como una sombra, persiguiéndote; pero es verdad que debemos atrevernos para hacer las cosas. Es un debate interno que tienes que asumir en algún momento y, sobre todo, es más fácil hacerlo si otra persona cree en ti».
«Marta tiene un talento increíble, estoy enamorada de su mundo interior, y que ella creyera en mí para colaborar en este proyecto me hizo dejar de lado las dudas y me animé a hacerlo. Siempre hay una primera vez para todo y no quería perderme la experiencia por no ser lo suficientemente buena. La cómica Henar Álvarez dice siempre que necesitamos más mujeres mediocres porque las que están en la palestra pública siempre tienen que hacerlo todo perfecto. De lo contrario, se les critica duramente».
«Tiene que haber un poco de todo —retoma Sandra— y, aunque no tuviese el talento necesario para publicar un libro, creo que lo que nace del alma y las entrañas vale la pena. Cuando la gente lo ve y dice que se siente identificada, ha valido la pena». Aplaudiendo siempre el valor y la pasión que Sandra le ha echado a la vida desde que la conozco, le pregunto a continuación por la menstruación y la relación que tiene con Rojo y con la identidad femenina, con la forma de ser de las mujeres.
Menstruantes y conectadas
«La regla nos define muchísimo como mujeres porque es algo que está ahí no solo cuando baja, sino que es todo un ciclo hormonal que afecta al carácter y a cómo vivimos en día a día. Es intrínseca a nosotras y me gusta esta etapa en la que vivimos porque debe dejar de ser un tabú. Si los hombres la tuvieran sería un motivo de orgullo, algo varonil y maravilloso, y para nosotras es algo que hay que tapar, fingir que no tenemos, que no nos duele, regularla. Como decimos en Rojo, nos hace ser cíclicas y estar en relación con la luna. Lo llevamos dentro y forja nuestro carácter, nos da el privilegio de ser madres a las que quieran serlo y es algo muy ligado a la naturaleza».
Y, ¿por qué Rojo? «Es el color que hemos escogido para definir todos estos sentimientos y narrar un viaje interior compartido, reconocer nuestro amor propio y darle la vuelta a ese mito del hilo rojo que te lleva hasta tu alma gemela. Al final del hilo eres tú misma la persona que te recibe con los brazos abiertos, que debe quererte con tus miedos e ilusiones. Nuestros cuerpos están inundados de rojo y eso nos define. Por eso, cada ilustración, cada texto, se sumerge en esa tonalidad que nos atraviesa».
Si quieres hacerte mecenas de Rojo, puedes hacerlo aportando desde 20 euros en este enlace.
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