Diego Garrido celebra su gol en el Racing-Laracha (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Sin temor a que el parón de Navidad detenga su evolución de crucero, el Racing gana casi con la simple presentación de sus credenciales. Lejos de los excesos, pero con una efectividad a prueba de bomba y un despliegue físico que le coloca aparentemente en la cima de la categoría.
Ante el Laracha, que no bajó los brazos en ningún momento y dejó muy grata impresión, los verdes replicaron con solvencia. Fue cada vez más notoria. Y eso que los visitantes demostraron ya desde el 2 por mediación de Ortuño que venían a hacer daño y a revolver la idea defensiva.
Con Marcos Álvarez de inicio y el revulsivo de Pau Bosch en el tiempo final, los anfitriones exprimieron al máximo su exiguo vestuario, más mermado con las bajas de Joselu y Carlos García. El once de Emilio Larraz se intentó asentar en zona rival y abrió opciones con Diego Seoane y Adrián Armental.
Marcos Álvarez y Antonio López, ex de los verdes y del Somozas, en el Racing-Laracha (foto: Mero Barral / Ferrol360)
La labor de grupo del Laracha frustó las primeras búsquedas ferrolanas. Óscar Gilsanz planteó un duelo de peligro al ataque, aunque notó las dificultades para concretar. Fue una tarde, por ejemplo, de mucha exigencia para Joel López. Volvió a aportar destellos de su calidad, pero no era el rival propicio para su juego.
Tiró de empuje para suplir esos inconvenientes y se entendió a la perfección con sus compañeros. Destacó notablemente Diego Garrido; no solamente porque firmó el gol del minuto 15, sino por su versatilidad, un catálogo amplio de registros y una ratificación de que su rendimiento está próximo al nivel más alto.
Eso sí, si algo sobresale en la observación general a este Racing es que todos reman y alcanzan lo esperado y lo deseable. Y eso gusta: la afición, aunque la cifra no repunte en el momento de peor meteorología del curso, sabe que el espectáculo va a más.
Imagen de Diego Seoane durante el Racing-Laracha (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Tras la celebración marcial de Garrido, el Racing se adueñó de la escena. Como el actor que no tiene que mirar el guion. Para redoblar semejante capacidad, Javi Sanmartín apuntaló la gama ofensiva y Diego Rivas siguió notable en la guarida.
En una despedida de partido en la cual el Laracha aspiró a asomarse, los verdes estuvieron mucho más cerca de calzarse el número adecuado de zapato. No pudieron impedir algunos orígenes de veneno y siguieron brindando acciones para el deleite.
Insatisfecho, el equipo armó con líneas gruesas un muro de contención que le permite salir indemne de casi todo. Portería a cero, aguante y cabeza fría al servicio de una idea colectiva que gana enteros con el paso de las semanas.
Pablo Rey controla el esférico en una jugada del Racing-Laracha (foto: Mero Barral / Ferrol360)
Serio en la recta final, el Racing dosificó su juego sin dejar de ser relevante en el rodaje de la película de A Malata. El Laracha, para más señas, se quedó con diez poco menos que por una chiquillada, aunque luchó con más énfasis si cabe. Una cita más y vacaciones, será a primerísima hora de la tarde del sábado próximo en Vilalba.
FICHA TÉCNICA
RACING | Diego Rivas, Diego Seoane, Miguel Villarejo, Catú, Diego Garrido, Joel López, Adrián Armental (Javi Sanmartín en el 75), Borja Hernández (Pau Bosch en el 60), Juan Antonio, Pablo Rey (Sergio Otero en el 91) y Marcos Álvarez
LARACHA | Ricardo, Víctor, Ramsés, Parga (Iago Blanco en el 57), Antonio, Kanouté, Adrián, David (Concheiro en el 59), Nacho, Ortuño (Manu Mosquera en el 78) y Sandá
GOLES | 1-0, Diego Garrido, minuto 15
ÁRBITRO | Manuel Casanova (Ourense), que ha amonestado a los locales Catú en el minuto 53 y Miguel Villarejo en el 89 y al visitante Ricardo en el 85; también ha expulsado por roja directa al visitante Sandá en el 83
INCIDENCIAS | A Malata, 1.500 espectadores
(Fotos: Mero Barral© – 2018. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.)