M. CORRAL | Ferrol | Lunes 15 de mayo 2023 | 22:43
Hay quien dice que la boa no existe. Que un buen día, un vecino de la calle Galiano se levantó con ganas de trolear al pueblo entero y llamó a la Policía Local dando el aviso de que se le había escapado un animal que, en realidad, nunca existió. Imagínense lo surrealista que sería esto y la de tratados que podrían escribirse a partir del suceso que no sucedió.
Quizás que la boa sea imaginaria, como aquella de El Principito que se había tragado a un elefante, podría explicar varias cosas extrañas sobre el asunto: primero, que su dueño se haya ido de vacaciones tranquilamente mientras la serpiente pulula por sabe Dios dónde con total impunidad y dejando tras de sí un reguero de contrapesos instalados estratégicamente en las tapas de los váteres ferrolanos.
Segundo, que la Policía haya esperado a la expectación mediática nacional para tomar cartas en el asunto y empezar a buscarla. La periodista ferrolana Pepa Romero Antón, reportera actualmente en Ya Es Mediodía, en Telecinco, ha venido este lunes a Ferrol tras la pista de la boa y, como ella, otros compañeros de medios nacionales han hecho guardia en el número 52 para conocer a los protagonistas, voluntarios o no, de este relato ferrolanísimo.
El Inspector Jefe de la Policía Local de Ferrol acudía esta mañana junto al herpetólogo Lolo Rico a realizar la primera inspección ocular que se ha hecho en el edificio, menos en el piso donde, según el dueño «está al 95 %», que es el suyo propio. Sin embargo, salta la sorpresa: «El propietario no está y no ha autorizado», confirmaban, mientras el vecindario asumía que el hombre se había ido unos días de la ciudad.
Confía también la Policía que el animal esté en la casa porque no ha aparecido en el resto del inmueble y «no tiene motivos para irse», afirman, aunque los más coñeros de Twitter ya situaban a la boa en el Fondo Sur de A Malata empujando en el partido del pasado domingo. Si no aparece en el piso una vez que se pueda buscar allí, solicitarían a Emafesa la autorización pertinente para revisar en las tuberías y el alcantarillado con cámaras.
Según el experto, eso sería lo más raro. Cree que el animal, acostumbrado a la temperatura elevada que le preserva el terrario en el que vive habitualmente, estará buscando el calor de los motores de los electrodomésticos para sobrevivir, siendo «muy difícil» que se haya decantado por las tuberías. En todo caso, Lolo Rico insiste en que no es peligrosa y, en el peor de los casos, su mordedura podría equivaler a la de un gato o un perro pequeño: «Yo dormiría tranquilo», reitera.