FERROL360 | Viernes 3 marzo 2023 | 11:45
Este domingo 5 de marzo se cumplirán 20 días desde el comienzo de la huelga indefinida de la plantilla del almacén logístico que la empresa Lidl tiene en el polígono Río do Pozo. Desde el 14 de febrero se concentran en el exterior de las instalaciones reclamando que se cumpla el convenio y que se asuman mejoras tan básicas como no tener que devolver esos 20 minutos que los operarios emplean en comer su bocadillo durante su turno, por poner solo un ejemplo.
Este jueves, cerca de 200 trabajadores ―entre los 150 directos y medio centenar de ellos contratados habitualmente por empresa de trabajo temporal― han paseado sus reivindicaciones en una caravana de coches por Narón y Ferrol, recibiendo la solidaridad de otros gremios, como las trabajadoras de las tiendas de Odeón. La llegada de una nómina mermada por los días de parón, que apenas supera los 500 euros en el mejor de los casos, hace mella en la protesta, pero no están dispuestos a bajar los brazos.
«Llegados a este punto seguimos unidos, resistiendo, conscientes de que estamos pidiendo algo que nos corresponde aunque la empresa todavía no quiera escucharnos», dicen los operarios. Reclaman formalmente una negociación para que se refuerce el cuadro de personal y no se abuse en la realización de horas extraordinarias. Desde la CIG destacan que «malia o seguimento total que ten a folga, a paralización da actividade no almacén e as consecuencias que isto ten para o abastecemento de produtos nas tendas, Lidel mantén unha postura de total mutismo e non fixo nin un só movemento para resolver o conflito».
El personal se concentró asimismo a las puertas del establecimiento de Lidl en A Gándara para pedir solidaridad y explicar a la clientela los motivos de su huelga. Cristina Martínez Padín, de la CIG-Servizos de Ferrol, ha confirmado que desde el comienzo del paro indefinido la dirección no ha mantenido ningún contacto con el comité para intentar llegar a un acuerdo: «Ao contrario, nun primeiro momento a empresa pretendeu dinamitar a folga con prácticas de esquirolaxe no centro de traballo, que foron denunciadas na Inspección de Traballo, e agora trata de minimizar os efectos do paro traendo produtos ás tendas dende outros almacéns loxísticos, como o do País Vasco».